Un turista insulta a los paseantes en Lourido y al detenerlo le pega un sopapo a un policía

Un turista de Toledo, de 46 años de edad, protagonizó un rocambolesco suceso este sábado en Poio. El hombre, que llevaba puesta en la parte de arriba del cuerpo una cazadora motera sin nada por debajo, al parecer, se dedicó a insultar e increpar a quienes paseaban a media mañana por la concurrida senda peatonal de Lourido. A unos les soltaba improperios y a otros hasta les seguía. Así que no faltó quien llamase a la policía para que pudiese orden. Los agentes municipales se presentaron allí y, viendo que el hombre estaba fuera de sí, procedieron a arrestarlo. Antes de que pudiesen ponerle las esposas, el individuo en cuestión le propinó varios golpes al coche patrulla y le lanzó un sopapo a uno de los policías y le hizo sangrar por la nariz. Ese fue solo el principio de toda la trifulca que acabó protagonizando.

Una vez arrestado, lo llevaron en el coche patrulla hasta la oficina de la policía local. No había forma de que se estuviese quieto. Y, al llegar a las instalaciones municipales, la emprendió a patadas con el mobiliario hasta que rompió un cristal y alguna cosa más. No dejaba de insultar a todo el que se le ponía delante. Finalmente, hicieron falta cinco policías para reducirle y que pudiesen llevarle a que le hiciesen la pertinente revisión médica.

Ni siquiera así logró calmarse y continuó la trifulca de nuevo en el viaje de vuelta desde el centro de salud. Entonces, en vez a las dependencias policiales lo llevaron ya a los calabozos de la Guardia Civil, donde esperará hasta que sea puesto a disposición judicial. 

Ya estuvo en prisión

Según explicó la Policía Local de Poio, el hombre en cuestión cuenta con numerosos antecedentes policiales por altercados anteriores. Además, también estuvo ya en prisión por otro delito. Ahora, tras el episodio protagonizado este fin de semana, se le investiga por presuntos delitos de atentado, desobediencia, resistencia grave contra la autoridad y daños en vehículo policial. Se sospecha que el hombre estaba bajo los efectos de alguna sustancia estupefaciente.