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Aparcar cerca de la estación de tren de Pontevedra: los trucos para lograr un reto que está de moda

Pontevedra ciudad

María Hermida María Hermida Pontevedra / La Voz

Con la gratuidad de los billetes, el uso del ferrocarril se ha disparado y con él la cantidad        de personas que aspiran a dejar el coche cerca para luego subirse al transporte

24 Sep 2022. Actualizado a las 05:00 h.

La gratuidad de los trenes ha cambiado el día a día de muchos trabajadores, no solo de los que tienen su empleo pegado al Eje Atlántico, en las ciudades de Vigo, Pontevedra, Vilagarcía o Santiago y solo tienen que salir andando de casa, coger el ferrocarril e ir a pie hasta sus empresas. La oferta de Renfe y lo caro que está el combustible han empujado a personas que viven lejos de las estaciones o que trabajan en polígonos industriales a hacer un puzle para aprovechar esta gratuidad. ¿Cómo lo hacen? Se explica bien la situación poniendo el caso de un trabajador que todos los días sale de Vilagarcía en tren, llega a Pontevedra y, una vez aquí, coge el coche para ir hasta el polígono de O Campiño. El problema, en estos casos, es que sí o sí hay que disponer de un vehículo cerca de la estación de Pontevedra. ¿Y dónde se aparca ahí cerca? No es fácil. Sobre todo si lo que se necesita es dejar el coche rápido cuando se va a coger o bajar del tren. Pero existen algunas posibilidades.

 El párking de la estación ferroviaria. Junto a la estación de tren hay un párking de pago. Tiene 185 plazas y, desde que los trenes están siendo tan utilizados, hay mañanas que cuelga el cartel de lleno, pero no es lo habitual. También se incrementó el número de abonados —hace unos días les quedaban solamente dos plazas de este tipo libres—. ¿Qué tarifas tiene? Hay varias posibilidades. Quienes quieran aparcar durante 24 horas pagarán un máximo de diez euros. Si se contrata un abono mensual, hay tres modalidades: nocturna (de las siete de la tarde a las diez de la mañana, con un coste de 37,39 euros); diurna (de las seis de la madrugada a las once de la noche, con una tarifa de 43,54 euros y el abono mensual de 24 horas, que cuesta 57,96 euros. 

Aparcamiento libre junto a la estación de autobuses. El párking junto a la estación de autobuses, en pleno zafarrancho de obras por la construcción de la intermodal, tiene solo 25 plazas. Son gratuitas. Pero es muy difícil encontrarlas desocupadas. Ni siquiera a primera hora de la mañana hay movimiento de vehículos. 

Explanada del local de ensayo municipal. Está a tiro de piedra de la estación de trenes y ahí hay una bolsa de 43 estacionamientos en batería. El problema es que suelen estar ocupados. Pero, ojo. A veces hay rotación a primera hora de la mañana. En caso de no encontrar en esa zona se puede seguir tirando por la calle Otero Pedrayo. Un poco más adelante, pasado el albergue de peregrinos, hay algunas plazas en batería. No son muchas. 

Camiño de Ferro y demás calles próximas. En las callejuelas de la urbanización Cidade de Pedra hay aparcamientos libres, es decir, que no son de servicios. Pero son muy escasos y solamente se aprecian rotaciones muy puntuales. Influye además que hay servicios médicos en la zona que generan necesidad continua de estacionamiento. 

La zona que entronca con A Parda. Hasta hace poco, una opción viable para buscar aparcamiento a unos cinco minutos andando de la estación de tren podía ser tirar hacia Eduardo Pondal y, de ahí, meterse por la zona que entronca con el barrio de A Parda, como la calle Paxariñal o Río das Leitugas, donde había una bolsa de estacionamientos. Ahora toda esa zona está afectada por varias obras y esos huecos se han eliminado por el paso de camiones. La única opción es la calle 12 de Novembro, donde hay unas treinta plazas de aparcamiento en fila. Pero hay que tener en cuenta que es una zona muy próxima a los juzgados, que tienen actividad desde primera hora y donde, por tanto, tampoco suele ser fácil encontrar hueco. 

La opción de Josefina Arruti y las calles próximas. Las calles más próximas a la estación de tren, como Eduardo Pondal o la avenida de Vigo, tienen casi todos los espacios para aparcar reservados para servicios, lo cual los invalida para alguien que tenga que dejar el coche ahí mientras va a trabajar. En Josefina Arruti hay siete plazas de aparcamiento libre. Si no se encuentra ahí, se puede seguir hacia el grupo de calles que quedan encajadas entre la avenida de Vigo y la zona de Campolongo, como Luis Seoane, Rafael Alonso o Alfonso IX. En ellas no hay zonas de servicio amplias, sino aparcamientos libres donde se puede probar suerte. Eso sí, quedan ya a unos diez minutos a pie de la estación de tren. 

Campolongo, a algo menos de quince minutos. Otra opción es aparcar en la zona de Campolongo, en los aparcamientos libres que hay en la entorno de los edificios, o también, utilizar el párking de pago que hay en la ciudad administrativa. Pero, ojo. Las tarifas de este estacionamiento ubicado en las proximidades del edificio de Hacienda son superiores a las del de la estación de tren, con lo que solo sería una opción válida en caso de estar el otro ocupado. Aquí, un abono mensual diurno (de 7 de la mañana a 22.00 horas) cuesta 60 euros y si se quiere que sea de 24 horas hay que desembolsar al mes 75 euros. Hay que calcular que desde Campolongo a la estación de tren se tarda como mínimo diez minuto a paso ligero. 

«Leirapárking» de 30 euros. En esas calles que quedan entre la zona de la avenida de Vigo y Campolongo, como pueden ser Bibiano Fernández-Osorio Tafall o Fernando II, hay varias fincas en las aparcan vehículos. Tres de ellas tienen cadena, es decir, es evidente que solo se puede estacionar pagando. Y una cuarta no la tiene pero hay un cartel enorme que indica que se trata de una propiedad privada. Desde una de estos leirapárking señalan que el precio que cobran por permitir aparcar todos los días es de 30 euros al mes. Indicaban también que actualmente solo les quedaba una plaza libre. En este caso, andando a la estación serían menos de diez minutos. 

 


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