¿Bocadillos de costilla, carrilleras o albóndigas? Así será la bocatería «premium» con aire yanqui que abrirá en Pontevedra
Pontevedra ciudad
Los dueños del Padal da Santiña, que llevan meses preparando uno de los bajos más grandes de la plaza de España, buscan trabajadores
05 Apr 2023. Actualizado a las 21:16 h.
Hace meses que los escaparates de un bajo en la plaza de España de Pontevedra están cubiertos con unos carteles que no revelan lo que habrá en su interior. Tras muchas semanas de trabajos, ese enigmático local ha colgado un cartel de que busca empleados. ¿Qué será? Pues bien, Andrés Muñoz y Toño Mora, del Padal da Santiña, abrirán a finales de mayo una bocatería premium. La carta poco tendrá que ver con la de los bocatas de lomo con queso o vegetales de toda la vida, ellos llevan semanas dándole vueltas a una opción más arriesgada y que no se pueda encontrar en otro local de Pontevedra.
Quieren sorprender poniendo un aire «yanqui» a su carta. «Nuestra idea no es hacer una bocatería común, pensamos en bocatas y hamburguesas especiales como la smash, esa fórmula americana que aplasta la carne con un peso en la plancha para que suelte todo el jugo y queda con un sabor muy crujiente y potente», explica Andrés Muñoz, antes de empezar el servicio en el Padal da Santiña, a pocos metros de donde preparan su nuevo local.
Estos dos socios de Pontevedra tenían claro que la plaza de España era la mejor ubicación para su proyecto. «No hay mucho que comentar. Es la mejor ubicación, buscábamos un sitio con esa orientación sur porque en verano todo funciona, pero en invierno siempre necesitas algo más», comenta Muñoz, que ejerce de portavoz de este nuevo proyecto y reconoce que todos los eventos de la ciudad pasan por esa céntrica plaza. Con la ubicación asegurada, a estos hosteleros les quedaba dar forma a la carta. Están haciendo pruebas con los clientes del Padal y les funciona. «Buscamos llevar la cocina del Padal al bocata», apunta Andrés. Y, ¿qué significa eso? Pues muy sencillo o al menos, así lo explica esta pareja de emprendedores. «Por poner un ejemplo, tenemos unas carrilleras que estuvieron tres horas estofadas y con ese caldo de reducción buscamos hacer un bocadillo, donde se mezclen esas jugosidades», señala. Algunos de estos bocatas serán para tomar con babero y guantes.
No es al única opción que baraja esta pareja de hosteleros, que se plantean darle una vuelta a los bocatas de siempre. Una de esas opciones que están estudiando es servir un bocadillo de costilla cocinada a baja temperatura durante 18 horas. Así se podrá extraer el hueso con facilidad y meterlo entre panes. «Todo esto con mucha salsa y mucho queso», explica Andrés, que apuesta por «jugosidades a tope». La oferta seguirá toda la misma línea e incluso se podrá saborear uno de albóndigas. «Ese es el concepto que queremos poner, nuestra idea y habrá como siete y ocho tipos de hamburguesas, sándwich y nachos», comenta.
Ese aire callejero y norteamericano que le quieren dar a su bocatería se servirá en el plato, pero también entrará por los ojos. Luces de neón o grafitis en los baños completarán la decoración de un local que abrirá en unas semanas «con un aire muy canallas como el de las calles de Nueva York. Nos iremos a yanquilandia desde Pontevedra».
Ahora toca buscar personal. Necesitará al menos seis trabajadores, pero es posible que esa cifra se incremente hasta los ocho para poder organizar un servicio que estará abierto de nueve de la mañana a doce de la noche todos los días. Para poner en marcha esta maquinaria norteamericana hará falta un jefe de cocina, un cocinero, un encargado y entre dos y cuatro camareros. Este es el planteamiento con el que nace la versión en bocata del Padal da Santiña.