Solicitan diez años y medio para los cuatro sospechosos del secuestro exprés de un joven de Sanxenxo

Las pesquisas derivadas de la operación Caldox, investigación de la Guardia Civil desarrollada en el 2018 que permitió desmantelar un entramado dedicado al robo de gasóleo en obras y empresas de transportes en la provincia de Pontevedra, posibilitaron el esclarecimiento del secuestro de un vecino de Sanxenxo ocurrido en junio del año anterior en el entorno de la playa de A Lanzada. Como consecuencia de este nuevo operativo, bautizado como Botelo, cuatro personas, tres de nacionalidad española y un cuarto colombiano, se sentarán desde este martes en el banquillo de la Audiencia de Pontevedra acusados de distintos cargos penales. Así, el fiscal solicita cinco años y medio y siete años de alejamiento por detención ilegal, cinco años por un robo con intimidación, multa de novecientos euros por maltrato de obra, y otras dos multas de 1.350 euros por sendos delitos leves de estafa.

Sostiene el ministerio público que los cuatro encausados se pusieron de acuerdo para idear un plan encaminado a «obter un inmediato enriquecemento patrimonial». Así, sobre las diez y media de la noche del 7 de junio del 2017, se desplazaron dos de ellos con el rostro cubierto con pasamontañas hasta las inmediaciones del aparcamiento de A Lanzada a bordo de un vehículo, de tal modo que se aproximaron hasta el coche en el que se encontraba la víctima, que había estado realizando deporte por este entorno.

Con su automóvil situado en paralelo con el de la víctima, abrieron las dos puertas delanteras, se abalanzaron sobre ella y le agarraron del cuello, al tiempo que le exigían que les entregara su cartera, que guardaba 240 euros, su móvil y el PIN de su tarjeta bancaria. El sanxenxino, «amedrentado polos golpes e as expresións que lle proferían, accedeu a dicirlles o número PIN da súa tarxeta», añade el escrito de acusación, en el que se precisa que, «co propósito de privarlle da súa liberdade ambulatoria», le ordenaron que se sentará en el asiento del copiloto y agachara la cabeza, mientras le colocaban en la nuca un objeto que no fue identificado.

Durante un tempo mínimo de media hora, mientras uno de los secuestradores permanecía junto a la víctima en su coche, otros dos encausados intentaron realizar distintas retiradas de efectivo en cajeros, logrando sacar 200 y 140 euros.

Fue entonces que se pusieron en contacto con la persona que vigilaba al joven para comunicarle la imposibilidad de retirar más dinero debido al topo de la tarjeta. El acusado, «persistindo no seu acordo de lograr un inmediato enriquecimento patrimonial», golpeó al denunciante advirtiéndole: «Búscate a vida, pero tes que ter mais cartos».

De este modo, y siempre según la versión del fiscal, acordó la entrega de una sobre con 1.500 euros en efectivo. Para ello contactó con su familia y se pactó la entrega del sobre con el dinero en un restaurante de Noalla, también en el término municipal de Sanxenxo.

«Una vez que se cumplieron estas condiciones, fue abandonado en el mismo lugar, sin su teléfono móvil y con la amenaza de que no denunciase los hechos si no volverían a por él», refirieron, por su parte, desde la Guardia Civil de Pontevedra al dar cuenta de los arrestos de un vecino de Vigo, que por entonces ya estaba en recluido en la prisión de A Lama por su vinculación con la operación Caldox, dos O Grove y un tercero de Sanxenxo, que quedaron en libertad con cargos.