La temporada náutica alta en Sanxenxo ratificó la tendencia de estancias más largas y mayores esloras

La arribada de embarcaciones en tránsito al puerto deportivo de Sanxenxo, gestionado por la empresa municipal Nauta, creció un 1 % en los primeros nueve meses del año respecto al mismo período del 2023. En los principales meses de la temporada náutica en la capital turística de las Rías Baixas se volvieron a repetir dos factores que reafirman que Sanxenxo está de moda en el sector: las estancias han sido más largas y las esloras de las embarcaciones destacan por ser mayores.

En el período aludido, el Concello señala que se contabilizaron 457 embarcaciones con banderas de hasta 21 países. El pabellón más común fue España (278), seguido por Irlanda (30), Reino Unido (22) y Francia (30). Entre otras banderas que se pudieron ver en el puerto deportivo se encuentran Panamá, Australia, Islas Caimán, Islas Marshall, Lituania o Finlandia.

Sobre la modalidades de las embarcaciones, un total de 293 fueron veleros y otros 164 a motor. Desde Nauta Sanxenxo recalcaron que se continúa detectando un aumento de naves con esloras superiores a los 12 metros, donde se concentra el mayor número (156).

A esta actividad de tránsito, desde Nauta precisan que hay que tener en cuenta los 370 barcos que tienen su puerto base en esta rada y que mantienen aquí su amarre todo el año. Asimismo, la gasolinera del puerto de enero a septiembre suministró 130.919 litros de combustible.

Peticiones para el 2025

La reserva de plazas para la temporada del próximo año se abrirá formalmente en febrero, pero desde el Concello manifestaron que «ya hay un listado de embarcaciones que se han interesado por un amarre» en la temporada del 2025.

Como forma de atender la demanda de plazas, el puerto Juan Carlos I dispone de una superficie concesional de 123.222 metros cuadrados, con una lámina de agua de 90.000 metros cuadrados, 450 puntos de amarre y más de 25.000 metros cuadrados de espacio peatonal.

Nauta Sanxenxo ha conseguido recientemente ampliar su concesión hasta el 2047, vinculándola al desarrollo de varios proyectos previstos y que tienen como objetivo mejorar la fachada marítima. Su principal exponente es el proyecto Batea en Tierra, cuya primera fase, la rampa ajardinada entre las plazas de Mar y Os Barcos, ya se encuentra ejecutada.