Argentina-Francia: la justicia final en el Mundial

Hace más de dos meses, una persona de fútbol cercana a mí, confiaba ciegamente en una Argentina campeona. Siendo él uruguayo, la objetividad estaba fuera de duda, y es que hay aspectos emocionales que están fuera de la estadística. «El último tango de Leo», como Rubén Maneiro tituló, estaba presente en la mente de muchos. Llegaban ambas selecciones en el top cinco de todas las estadísticas de este campeonato, con un xG, la expectativa de goles, exactamente igual. Francia estaba ausente en pases acertados, con Argentina segunda (España lideraba todavía esa variable, con 300 pases de ventaja) y la Albiceleste, fuera de los mejores en centros rematados, con Francia segunda (5,5 por partido).

Sus estrellas compartían podio en regates, goles y tiros a portería, así que la final se preveía igualada, esperando a que los dos mejores jugadores del Mundo (Neymar mediante) marcasen la diferencia. Los europeos no habían comparecido cuando en el minuto 21, en un penalti provocado por Di María, Messi ponía el 1-0. Primer equipo en la historia con cinco penaltis a favor en un Mundial, y Leo segundo jugador que marca en todas las eliminatorias del mismo campeonato. En el 36, en una transición iniciada por Messi, se plantaban tras cinco pases (seis toques) en el área, donde Di María ponía un 2-0 merecido. La primera parte terminó con Argentina 6 tiros y 1,46 xG, y Francia maniatada, con 0 en ambos parámetros.

Tras el descanso, los europeos seguían a merced del rival, cuando en el 70 Mbappé pisó área contraria por primera vez, como declaración de intenciones. En el 78 puso el 2-1 en un penalti cometido por Otamendi y en el 81 nuevamente Kylian, de primeras, enganchó una volea casi fuera del área (0,08 xG) poniendo el 2-2, demostrando que las estadísticas y el talento diferencial son enemigos habituales. Dos tiros a portería de Francia, dos goles. Prórroga, con llegadas al área constantes, Francia igualando la posesión 40-41 % y 19% en disputa. Lautaro (xG 0,09 y 0,12) no acertó, lo que si hizo Messi en el 108, y es que «los elegidos» tienen eso, aparecen cuando se les necesita, al igual que Kylian en el 115 tras otro penalti. En la tanda, los elegidos no fallaron, y el Dibu volvió a ser protagonista. El fútbol hizo justicia con uno de los mejores de la historia. El otro elegido ya tenía uno.

Breogán Blanco es miembro del Grupo Interuniversitario de Investigación en Fútbol

Argentina

Ránking FIFA: 3

Mundiales: 17

Partidos en Mundiales: 88

Sistema de juego: 4--4-2

Goles en juego: 2

Goles balón parado: 1

Posesión: 42 %

Duración posesiones: 17

Pases: 694

Pases campo rival: 221

Precisión en el pase: 85 %

Pérdidas: 87

Robos en campo rival: 13

Centros: 11

Centros rematados: 4

Córneres: 6

Llegadas último tercio: 60

Tiros: 20

Tiros a portería: 7

Tiros bloqueados: 3

xG Goles esperados: 3.34

xG Juego dinámico: 2.51

xG Balón parado: 0.04

xG a portería: 3.96

MVP: Messi

Francia

Ránking FIFA: 4

Mundiales: 15

Partidos en Mundiales: 73

Sistema de juego: 4-3-3

Goles en juego: 1

Goles balón parado: 2

Posesión: 38 %

Duración posesiones: 17

Pases: 573

Pases campo rival: 176

Precisión en el pase: 80 %

Pérdidas: 89

Robos en campo rival: 20

Centros: 14

Centros rematados: 2

Córneres: 5

Llegadas último tercio: 40

Tiros: 10

Tiros a portería: 2

Tiros bloqueados: 3

xG Goles esperados: 2.24

xG Juego dinámico: 0.44

xG Balón parado: 0.22

xG a portería: 1.58

MVP: Mbappé