La Voz de Galicia

«Dejaremos de usar el teléfono para la mayoría de las cosas»

Ocio@

j. a. redacción Desarrollador de Google Glass

Este astrofísico asturiano trabaja en el diseño de mapas vía satélite

20 Jan 2014. Actualizado a las 07:00 h.

En marzo pasado, Bruno Sánchez-Andrade Nuño fue elegido por el Foro Económico Mundial como uno de los jóvenes que contribuyen a mejorar el mundo, un galardón que en su día recibió el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg. Este astrofísico asturiano trabaja en el desarrollo de Google Glass, las gafas inteligentes que se han convertido en el proyecto estrella de la compañía del buscador. Un dispositivo que permite grabar vídeo y hacer fotos con un simple guiño -proyecta una pantalla con información delante de los ojos- y que el martes pasado mostró a Mariano Rajoy durante su visita a Washington.

-¿Cómo consiguió una unidad de prueba de las Google Glass? Supongo que es por su trabajo como desarrollador, ¿no?

-Soy parte del programa de desarrolladores de Google Glass, por ser asesor de Silica Labs, una startup del español Antonio Zugaldia que hace aplicaciones para las gafas.

-¿Cuál es, a su juicio, la aplicación más interesante para la que se pueden emplear?

-El potencial está todavía muy inexplorado, pero lo que más me gusta es la poca fricción para hacer cualquier cosa. Saber si llueve, direcciones al restaurante, responder al mensaje que te acaba de llegar...

-¿Qué problemas plantean a nivel de privacidad?

-Como toda tecnología nueva, trae beneficios y riesgos. No veo que sea muy diferente que los riegos de privacidad de los teléfonos u otros aparatos de grabación. Técnicamente, cuando graban, la pantalla está encendida, así que es aparente.

-¿Pueden suponer un hándicap, por ejemplo, a la hora de conducir, por provocar distracciones?

-El campo de la gafa está en el extremo superior derecho, así que no molesta, y la gafa nunca se enciende sola, hay que activarla con un movimiento de cabeza o tocando el lateral. A la hora de conducir, tener las direcciones en la esquina ayuda, pero sí es cierto que hay que mirar hacia arriba, un poco más forzado que cuando miras al retrovisor del medio.

-¿Qué le pareció el dispositivo al presidente del Gobierno?

-Se mostró muy interesado y mantuvimos una conversación muy neutra, sin prejuicios y con ganas de saber más. Ya las conocía de oídas.

-La tecnología «wearable» (vestible) está en boca de todos: relojes inteligentes, pulseras de medición... ¿Acabarán estos dispositivos con el móvil?

-De momento son un acompañamiento del móvil. Las gafas y la mayoría de los relojes lo que hacen es conectarse al teléfono para tener datos, y en el caso de las gafas también usan el GPS del teléfono. Sí que creo que al final el teléfono lo dejaremos de usar para la mayoría de las cosas. De momento, escribir se hace mucho mejor en el teléfono que en las gafas (solo por voz) o el reloj (no se puede).

-¿En qué consiste su trabajo actual en MapBox?

-Soy científico jefe. Me dedico a aplicar ciencia en las imágenes de satélite y apoyar en lo que sea necesario. Muchas veces sirvo de conexión entre nuestros proveedores de datos en la NASA y otras compañías, al poder entender los requerimientos técnicos y lo que nuestros productos necesitan.

-¿Qué opina de la «fuga de cerebros» en España? ¿Es una oportunidad para seguir formándose en los mejores centros del mundo o una debacle para la ciencia española?

-Ambas. Formamos a los mejores científicos, ingenieros y demás profesionales y luego no tenemos la capacidad para que ejerzan para lo que fueron formados. El hecho de que no puedan volver es triste y frustrante. Los que vuelven han de integrarse en otros sectores de la sociedad, lo cual no es necesariamente malo. Esto, si encuentran simplemente trabajo.

-¿Se plantea volver a España?

-No lo descarto. Tengo morriña por Europa y por España, pero de momento no tengo razones concretas para volver, así que no me lo planteo.


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