Windows 10 y la privacidad
Ocio@
14 Aug 2015. Actualizado a las 05:00 h.
Es la gran esperanza de Microsoft. El nuevo sistema operativo concebido para servir de motor por igual a ordenadores, tabletas y móviles. Fue lanzado al mercado el 27 de julio, y de momento no ha dado mucho que hablar. Ni para bien ni para mal. Pero en pecé será un éxito. Es gratis y cualquier usuario que ahora cuente con un Windows 7 o un Windows 8 puede hacerse con él con mucha facilidad, como si se tratara de una actualización más del sistema.
Windows 10 recupera el clásico menú de inicio eliminado con Windows 8. Y ofrece otras novedades jugosas: un arranque y un cierre más rápido; un nuevo navegador, Edge, que sustituye al obsoleto Internet Explorer; y un asistente personal, Cortana.
Es como la Siri de los iPhone, o el Google Now de los dispositivos Android. Puede dar respuesta a preguntas, cantar, contar chistes y encargarse de un montón de tareas. A cambio, como sus congéneres, recopila un montón de información sobre el usuario. ¿Y qué hace con ella? Aparentemente, la guarda en una libreta. Y supuestamente uno puede desactivar que recoja datos, pero al parecer los sigue mandando. Ahí está la polémica. Y la gran duda sobre un sistema que, una vez instalado, no permite rechazar actualizaciones. Tal vez Windows 10 sea gratis. Quizás haya que pagarlo, como tantas otras cosas, con nuestra privacidad.