La Declaración de Santiago sobre el derecho humano a la paz se aprueba esta tarde e irá a la ONU
Santiago
10 Dec 2010. Actualizado a las 02:00 h.
Esta tarde está programada la aprobación de la Declaración de Santiago sobre el Derecho Humano a la Paz, dentro de las sesiones del Foro 2010. A continuación se someterá a ratificación el Estatuto del Observatorio Internacional del Derecho Humano a la Paz. Ambas son iniciativas de organizaciones de la sociedad civil, que se reúnen desde ayer en las facultades de Ciencias da Comunicación y de Filoloxía.
Si el texto de la Declaración prospera, tal como se prevé, se difundirá internacionalmente y se hará llegar a la ONU para exigir de los estados miembros que inicien una codificación oficial de ese derecho, explica Carlos Villán Durán, presidente de la Asociación Española para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (Aedidh), como principal entidad impulsora de la iniciativa.
Villán Durán valora que la paz aún no está reconocida oficialmente como un derecho humano más «porque es continuamente violada. Nuestra sociedad está inmersa en una cultura de violencia, que comienza en la infancia, y se manifiesta también en situaciones como el acoso en los centros laborales o el acoso sexual», señala.
«Actualmente hay unos 40 conflictos armados, que en el año 2009 han costado 1.535 miles de millones de dólares. Con el 10% de esa cantidad se podrían dar importantes soluciones a problemas como el hambre o la pobreza», agrega.
Villán Durán define el hambre como «violencia estructural», y afirma que de aprobarse la Declaración de Santiago trabajarán para que sea efectiva lo antes posible. Con anterioridad se elaboraron documentos sobre el asunto en Luarca, en octubre del 2006, y posteriormente en Bilbao y Barcelona.
En los debates que se celebran en Santiago participan expertos de varios países. En las sesiones de hoy, de mañana y tarde, están programadas intervenciones de especialistas de Países Bajos, Nicaragua, Uruguay, Egipto, Sudáfrica, Estados Unidos, Colombia, Alemania, Noruega o Bangladés, además de España. Durán Villán insiste en la relevancia del asunto pues «hay más de 170 tratados internacionales de derechos humanos y en ninguno de ellos consta la paz, es una laguna que hay que colmar».