Bodas más íntimas para capear la crisis económica

«Hola, ¿te casas?» es el saludo con el que los participantes en el cuarto salón de bodas Expobec, que se celebra hasta las 20.30 horas de hoy, reciben a los que cruzan las puertas del Palacio de Congresos. En un reducido espacio, las parejas que preparan su enlace lo tienen todo: desde el ramo de flores a la discoteca posterior, pasando por el coche, el vestido, la tarta, los regalos y hasta la animación para los niños y, sorprendentemente, la clínica dental a la que pueden acudir antes del gran día para lucir una sonrisa envidiable en las fotos, que por supuesto también están presentes en la feria.

Los profesionales del sector, a media mañana, estaban más que satisfechos con el flujo de visitantes. Todos coincidían en señalar que se sigue celebrando más o menos el mismo número de bodas, pero que los novios no están para echar cohetes y recortan. Sorprendentemente, no se gastan menos en la tarta o en las alianzas. Lo que recortan es el tamaño del enlace. Erika Martínez, de Eres Eventos -una empresa radicada en Milladoiro que organiza hasta el último detalle de una boda-, explica que, aunque sigue habiendo bodas con doscientos invitados, ahora se ven más enlaces en los que solo participa la familia más directa de los contrayentes.

De lo que apenas se privan es de una buena alianza, según aclara Camilo Regueira, de la joyería Regueira, quien sostiene que los anillos son una inversión y que vale la pena gastar un poco más para una joya diseñada para durar toda la vida. El precio base para un par de anillos de calidad es de unos 500 euros. Pocas pueden resistirse a un ramo especial, que en Lilas ofrecen desde cien euros.

A la entrada del recinto, Jesús Centeno, de Autoenlace, mostraba un coche muy especial con el que llegar al enlace: un Bentley Rtype Saloon de 1953, un coche del que solo hay 14 unidades fabricado por Rolls Royce. El automóvil, además, cuenta con champán para brindar, un abanico y un perfume a escoger entre varios por la novia.

Finalmente, ninguna buena boda puede terminar sin una suculenta tarta. Gloria Mascuñana, de Gloria Bendita, realiza obras de arte con pasta de azúcar personalizadas, además de detalles dulces para los invitados.

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