Los abogados de Rosario Porto y Alfonso Basterra renuncian a defenderlos

Los abogados de Rosario Porto y Alfonso Basterra han renunciado a sus respectivas defensas, minutos después de que el juez decretase su ingreso en prisión sin fianza y comunicada. El letrado que hasta ahora acompañaba al padre de la niña, Roberto Goris, adujó «motivos técnicos» para renunciar a continuar con su defensa. Preguntado por si había una falta de confianza en su cliente dijo que no podía responder. Sobre el abogado de la madre, Juan Guillán, no han trascendido los detalles que causaron su renuncia.

Los padres de Asunta Basterra se dirigen ya hacia la cárcel de Teixeiro en el mismo furgón.

El juez ha dictado prisión comunicada y sin fianza para el padre y la madre de Asunta Basterra. Les imputa «el delito de homicidio, posible asesinato, a la espera de los resultados de toxicología».

Rosario Porto ha mantenido ante el juez José Antonio Vázquez Taín la versión que el pasado sábado relató a la policía y niega haber tenido nada que ver con la muerte de su hija. La madre de la niña que el pasado sábado apareció muerta en una pista forestal Teo, aseguró ante el juez que el sábado por la mañana se desplazó hasta Decathlon para comprar unos bañadores, que en un momento de la tarde se acercó hasta el chalet de Teo y que posteriormente regresó a casa. Fue ahí cuando descubrió que Asunta no estaba, llamó a su ex marido y presentaron la denuncia por la desaparición de la menor.

El juez ha mostrado a Rosario Porto las imágenes captadas por la cámara de seguridad pero la madre de Asunta ha insistido en su versión de los hechos.

La actitud de la madre de Asunta durante su declaración ante el juez, que ya dura más de tres horas, ha pasado de momentos en los que se muestra hundida y sollozando para, a continuación, recuperarse y mostrarse mucho más entera.

El padre de Asunta, Alfonso Basterra, que llegó a los juzgados a las 12.17, ha declarado tras su exmujer. Ha corroborado, punto por punto, la versión de Rosario, sin discrepancias. Fuentes judiciales explican que, incluso, coinciden en los errores lo que lleva a los investigadores a pensar que se trata de un relato construido por la pareja.