El viaducto de la autopista en Angrois avanza con obras las 24 horas del día

Un fuerte resplandor recibe en las últimas semanas a los conductores que circulan de noche por la AP-9 a la altura de Angrois, donde la UTE que integran Puentes y Francisco Gómez está ejecutando la ampliación del puente de 380 metros de longitud. Procede de la espectacular maquinaria que emplea en la construcción del viaducto de Angrois, la actuación más relevante de las obras para aumentar la capacidad del trazado de la autopista que circunvala Santiago, presupuestadas en 64 millones (75,9 incluyendo expropiaciones, obras y asistencias técnicas de control y vigilancia y proyecto). Los trabajos para construir las planchas, que dotarán al viaducto de cinco carriles por sentido frente a los dos actuales, avanzan a buen ritmo gracias a que las máquinas no paran en las 24 horas del día.

Pero los grandes focos que iluminan la zona no solo llaman la atención a los conductores desde varios kilómetros antes de llegar al puente. También los vecinos de las casas más próximas de Angrois y de varios puntos de Aríns conviven con la potente iluminación y el ajetreo nocturno de los trabajos. Algunos se quejan de las molestias por los inevitables ruidos, sobre todo durante la noche. Es, precisamente, al caer la tarde cuando en las zonas más próximas al lugar de las obras se escucha el estruendo de las máquinas que trabajan en el alineado de los nuevos tableros de acero laminado y losas de hormigón. Esta parte de los trabajos tiene que ser ejecutada de forma continua y sin ninguna interrupción, por cuestiones relacionadas con la seguridad en la ejecución de las obras.

Por eso, frente a las quejas de algunos, Martín Rozas, vicepresidente de la Asociación de Veciños de Angrois, entiende que «temos que pensar que é unha obra necesaria, e que as molestías son temporais».