La asociación de Pontepedriña asume recibos básicos de vecinos sin recursos
Santiago
La entidad cuenta en la iniciativa con la colaboración de la Obra Social «la Caixa»
27 Oct 2017. Actualizado a las 05:00 h.
La Asociación de Veciños de Pontepedriña lleva casi tres años desarrollando, casi en silencio, varios proyectos sociales para aliviar el día a día de los residentes menos favorecidos económicamente. La primera iniciativa fue la de las «meriendas solidarias», que se reparten entre todos los niños que acuden a las actividades en el centro social. «Nos dimos cuenta de que había un par de niñas que no merendaban nunca, y que estaban toda la tarde en el local», explica José Suárez, presidente de la asociación. Poco a poco se percataron de que no eran casos aislados, y comenzaron a dar meriendas a todos. Esta iniciativa tuvo el respaldo de la Obra Social «la Caixa», durante un año, y «el año pasado lo asumió el Concello. Nosotros lo gestionamos, pero ellos pagan», explica.
El problema de las meriendas no es la única acción social que se desarrolla desde la entidad vecinal. De los fondos que La Caixa sigue dando a la entidad, salen también recursos para pagar «excursiones de mayores, y evitar que se queden en casa por no poder pagar; o clases de informática para niños cuyos sus padres no podrían asumir el coste».
Pero la entidad ha dado un paso más adelante, y desde el pasado mes de septiembre asume el pago de los recibos de servicios básicos de aquellas personas que, por razones económicas, no pueden hacer frente a ellos. La idea surgió al conocer el caso de un vecino «que debía varios recibos y temía que le cortaran la luz. De hecho, se la cortaron en otras ocasiones. Nos pidió ayuda, y nos pusimos a ello», comenta José Suárez. Tan a ello se pusieron que pidieron ayuda a La Caixa, que se sumó a la idea, y desde el pasado mes de septiembre ayudaron a cinco vecinos. Por ahora pagaron nueve recibos de agua y luz, e incluso de la comunidad de propietarios. «Una señora no podía pagar el recibo de 30 euros, que incluía una derrama por el arreglo de la fachada que amenazaba derrumbe», y se pagó un recibo de luz «de solo 21 euros, porque hasta optan por reducir el consumo al mínimo». José Suárez señaló que no son cuantías muy altas, pero «suponen un gran alivio para ellos».
«Las ayudas oficiales son lentas, y las nuestras son inmediatas»
La gran diferencia entre las ayudas sociales que pueden tramitarse en el Concello o en cualquier otra administración es que «las oficiales son lentas, y llevan su tiempo recibirlas, pero las nuestras son casi inmediatas. Además, la gente no siempre tiene acceso a la información de las ayudas», comenta el presidente de la asociación. Suárez cree que «nadie vendrá si puede pagar, porque a veces es difícil que las personas pidan por vergüenza», pero «en una situación así puede estar cualquiera». Hace unos días, una de las personas a las que auxiliaron les dijo «que le arreglábamos el mes. Hay muchas personas en paro, con pensiones no contributivas; y con 400 euros de un Risga o de otras ayudas».
José Suárez comentó que los pagos hasta ahora fueron para una persona mayor, de unos 70 años, y el resto a vecinos de entre 40 y 50 años. En el grupo hay desde hombres que viven solos a familias. Según les aseguraron en el Concello, «no se le cortará la luz a nadie, y debemos avisar si ocurre; pero a la gente le da mucho pudor deber recibos. Cuando se tramita el Risga y te lo conceden, también se otorga la exención del agua».