Catorce peregrinos recuperan el Camino Inglés desde Finchale

Los catorce peregrinos, que iniciaron en febrero el recorrido del Camino Inglés desde su origen en Finchale (noroeste de Gran Bretaña), llegaron ayer a Santiago y recibieron la compostela en la Oficina del Peregrino, donde asistieron a una misa en su capilla. Es el primer grupo que realiza todo el Camino Inglés, incluyendo los tramos recuperados en Gran Bretaña. Llegaron «con emoción, contentos y satisfechos por la peregrinación y por recuperar el Camino original», explicó Cristina García, que acompañó al grupo desde su partida. «Con ganas de repetir la experiencia y sorprendidos por el recibimiento que tuvieron en todos los concellos por los que pasaron», dijo. Los peregrinos, todos de nacionalidad inglesa, son también católicos y proceden de Durham y Finchale, cuya abadía es el punto de partida. Al llegar a Santiago, ayer por la mañana, fueron recibidos por el edil de Turismo, Sindo Guinarte, que destacó la revitalización del Camino Inglés en los últimos años y auguró que en el actual se incrementará notablemente el número de peregrinos. De acuerdo con los datos de la Oficina del Peregrino, el pasado enero llegaron a Santiago 1.999 peregrinos, y de ellos 137 recorrieron la ruta inglesa en los tramos de Galicia, medio centenar más que en el mismo mes del pasado año. En febrero fueron 3.076, de los que 179 llegaron por la ruta inglesa. En febrero del 2019, por el Camino Inglés vinieron 101.

En la etapa previa a su llegada a Compostela, este grupo inglés realizó el tramo entre Bruma y Sigüeiro, y en una parada en el bar O Cruceiro mantuvieron una animada charla con la propietaria, que estuvo en Inglaterra. En Sigüeiro se encontraron con alumnos de uno de los colegios locales, que tenían preparado un cuestionario relacionado con un trabajo escolar en torno al Camino.

Esta peregrinación por la ruta inglesa tenía la peculiaridad de que, no solo recorrieron la distancia entre Ferrol y Santiago, sino que sumaron los tramos en Inglaterra desde Finchale y Durham.

Con esta peregrinación se recupera un itinerario que fue prohibido por el rey Enrique VIII hace casi cinco siglos.