El plan de financiación y la revisión de Bolonia, los nuevos retos de la USC

«Estamos a piques de chegar ao ecuador do mandato» y por eso el Rectorado ha decidido reestructurar su equipo de gobierno para dar un impulso a los dos años que quedan. Antonio López explicaba ayer por primera vez los cambios que ha decidido operar en su equipo tras la marcha de la que hasta ahora ha sido la responsable de Titulacións, Victoria Otero, para la que tuvo un entrañable recuerdo durante su discurso en la toma de posesión de su sucesora, María José López Couso, que asume el cargo con el objetivo de poner en marcha un plan de revisión de las titulaciones para adaptarlas a la realidad social y económica y un diagnóstico de como ha funcionado la implantación del plan Bolonia, «que se di que se fixo a custe cero. Xa nos gustaría que se fixera a custe cero. Hoxe temos 73 millóns de euros contantes que no orzamento do 2009», decía el rector.

López Couso, que cimienta en su experiencia de ocho años al frente de Filoloxía -la facultad más compleja en cuanto a titulaciones- su responsabilidad a partir de ahora, también asume captación internacional, que pone el foco en el alumnado foráneo, al que la USC pretende atraer con una redefinición de la oferta que sea atractiva en contenidos, lenguas y horizonte temporal.

A la vez, la USC debe rendir cuentas, explicaba el rector en una toma de posesión marcada por la prevención del coronavirus. Y para hacerlo con los mejores datos posibles se ha creado el vicerrectorado de Calidade, que asume Jacobo Limeres con el convencimiento de que «é fundamental a correcta avaliación do que facemos». Para ello, hay que superar primero la visión de que se los procesos de calidad son algo impuesto, «pouco claros, con unha linguaxe difícil de seguir e que son un consumo de tempo».

A mayores, las tareas de comunicación pasan a ser competencia exclusiva del rector y de su gabinete y Gumersindo Feijoo asume entre sus competencias el recto de la transformación tecnológica y también la sostenibilidad.