La Voz de Galicia

Móviles y relojes nutren la segunda subasta de objetos perdidos que organiza el Concello

Santiago

La alta presencia de tecnología superada y sin garantía de uso limita el precio de salida

24 Jan 2021. Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento ha iniciado una nueva subasta, la segunda, de objetos perdidos y depositados por los ciudadanos a lo largo de los años en las dependencias de la Policía Local. Aunque no es una fuente importante de ingresos, la medida sí le reportará algún pecunio, además de permitirle liberar espacio en la oficina policial donde quedan a recaudo y a la que cada año llegan varios cientos de objetos. No todos acaban permaneciendo allí, aunque sí una buena parte, los que ni sus propietarios ni quienes los hallaron acaban reclamando.

Transcurridos los plazos que la ley marca sin que unos ni otros ejerzan sus derechos, esos bienes pasan a propiedad municipal. Y esos, los depositados en este caso entre el 2011 y el 2015, son los que están ahora a subasta en la página web de Sala Retiro, la firma madrileña con la que el Concello ha concertado la puja y que se llevará el 10 % de lo recaudado.

Así como en la anterior subasta primaban objetos de joyería, a partir de esos años los teléfonos móviles, cámaras compactas y ordenadores, junto con relojes, fueron lo más despistado por los compostelanos y sus visitantes. Los nuevos tiempos. De ahí que el precio de salida del conjunto de los casi 300 objetos que se han sacado al mercado ahora esté por debajo del de la primera subasta, que con 150 objetos salió hace unos meses en 5.099 euros, aunque el resultado final de la puja prácticamente lo duplicó.

El precio global de salida de la actual está en los 3.500 euros. Aunque también hay joyería y un buen lote de relojes con precios que oscilan entre el mínimo (1 euro) y los 400 euros de un Cartier, los nuevos tiempos han dejado un escaparate para la venta muy tecnológico. Tecnología de hace unos años y aparatos en muchos casos obsoletos y sin baterías o con ellas descargadas, lo que hace que sus precios de salida sean mínimos: 1 euro los teléfonos móviles (5 y 10 si son Iphone) y 20 los ordenadores.

 

Sin garantía de funcionamiento

La falta de carga no permite ver si funcionan y, de hacerlo, con qué nivel de prestaciones, por lo que todos se exponen con la advertencia de que no se garantiza su funcionamiento y que se subastan como material exclusivo de repuesto. Es el caso también de las cámaras compactas, con precios de salida de 5 euros.

Aunque abrumadoramente mayoritaria, la tecnología del siglo XXI no es exclusiva de la subasta que Sala Retiro mantendrá abierta por Internet hasta el día 25 de este mes a través de la web www.salaretiro.com. Una cámara de cine Paillard Bolex 16 ha salido también a la venta con esos otros casi 300 objetos, así como un magnetófono de válvulas de los años 60 en su maletín. Su precio de salida, 20 euros. El de la cámara de cine, 5, aunque ya se advierte que su estado de conservación es malo y no se garantiza que funcione. Aun así, ya recibió una primera oferta de 70 euros. El coleccionismo suele tirar de estos objetos.

Bicicletas en estado muy mejorable y un maletín con utensilios de ginecología que algún médico echaría en falta hace años completan una lista en la que tampoco falta imaginería religiosa. La figura de escayola policromada de una virgen con niño cierra esa subasta. Salió por 50 euros, pero este martes nadie había pujado todavía por ella, como tampoco por buena parte de los móviles. Sí por los iPhone. Las pujas por de otras marcas no han superado, de momento, el precio de salida. En este caso, dada su obsolescencia y la falta de garantía de que funcionen, el interés de los postores suele ser una cuestión sentimental, la de hacerse con un objeto similar al que poseyeron en algún momento, apunta Daniel Vega, de Sala Retiro.

A los precios de la puja, los postores que se lleven los objetos deseados tendrán que sumar los gastos de envío. Los objetos están en Madrid, en dependencias de Sala Retiro.


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