Chema Fernández: «Si las cosas siguen así, la mitad del comercio de la ciudad podría cerrar»
Santiago
El presidente de Santiago Centro confía en el Xacobeo para reflotar la economía
02 Feb 2021. Actualizado a las 23:42 h.
Pocas personas conocen tan bien el comercio de la ciudad, sobre el del Ensanche, como José María Fernández. El presidente de Santiago Centro le tiene tomado el pulso a un sector al que no le augura un buen futuro si la pandemia sigue haciendo estragos, aunque Chema Fernández pide «conservar la esperanza».
-¿Cómo lo está pasando el comercio local?
-Estamos viviendo una situación muy preocupante. La encuesta que hemos hecho a nivel local nos dice que tan solo hay un 10 % que no lo está pasando mal y que el resto lo lleva como puede. Ese 90 % atraviesa una situación que no es culpa de nadie, pero que se suma a los problemas que ya había antes. El comercio local se ha reconvertido desde la anterior crisis, lo cual ha costado, y cuando se estaba levantando la cabeza... llega la pandemia.
-La situación es insostenible para muchos negocios. ¿Cuántos podrían irse a la quiebra?
-Según los datos que nosotros manejamos, si las cosas siguen así, la mitad del comercio de la ciudad podría tener que cerrar. Eso sería perjudicial para todo el mundo: si en las calles falta comercio y hostelería, la ciudad se desvirtúa. Corremos el riesgo de que nos pase lo mismo que en Estados Unidos. Allí no tienen esa idea de un centro de ciudad, no tienes a dónde ir y eso creo que hay que evitarlo. No podemos perder los polos de atracción.
-Las caídas de facturación están siendo muy altas. ¿Qué demandan de la Administración?
-En algunos casos hay pérdidas de hasta el 70 % y en un contexto como este no vale endeudarse más. Pedimos ayudas directas a las distintas Administraciones, también al Concello. Ya no es cuestión de un crédito ICO o de un ERTE. Los que lo están pasando muy mal necesitan ayudas directas para pagar el alquiler y mantener a sus empleados.
-¿Cómo se tienen que repartir estas líneas de ayuda?
-Tienen que llegar a quien más las necesita. En el caso de las del Concello, nosotros hemos pedido que solo puedan acceder a ellas los que estén en una caída de la facturación de más de un 20 %, que calculamos que sería un porcentaje de entre un 65 y un 70 % de los comercios. Hay que justificar la solicitud, no puede ser que una persona a la que le vaya bien cobre estas ayudas.
-¿Qué pesa más, las restricciones de movilidad o el cierre a las seis de la tarde?
-Hay que tener en cuenta que Santiago tiene un área de influencia de 500.000 personas. El cierre perimetral ha perjudicado muchísimo porque solo pueden comprar los de la ciudad o los que trabajan aquí y hacen una escapada para comprar. Ahora cerramos a las seis y esa es otra traba. Yo siempre defiendo lo que propone el comité clínico, porque ellos son los expertos y nadie quiere perjudicar al comercio o a la hostelería, pero sin duda somos los grandes perjudicados.
-La caída del turismo también se habrá notado.
-El turismo se nota mucho en la facturación de la zona monumental, pero aquí también lo hemos sentido porque cada vez estamos atrayendo más turistas. Estamos consiguiendo que los visitantes bajen al Ensanche y vean que el comercio, quizá el de mayor nivel de Santiago, está aquí. Esa es otra forma de que los turistas permanezcan más tiempo en la ciudad.
-La gran apuesta de mucha gente es el Xacobeo.
-Es importante conservar la esperanza y ver la luz al final del túnel. Hay unas vacunas que acabarán llegando y un año santo. Esperemos que este tercer pico sea prácticamente el último y que a partir del verano empiece a funcionar el Xacobeo. Tendríamos que aprovechar ese año y medio.
-Desde luego que ahí hay mucha esperanza depositada.
-Para la ciudad es de vital importancia. En el resto de España no tendrán algo así y esto puede hacernos reflotar, sobre todo si atraemos turismo de calidad, pero para eso tenemos que ofrecer producto. En Santiago hay tres pilares que no tienen todas las ciudades: turismo cultural, de compra y gastronómico. Pocas ciudades son conocidas mundialmente, pero nosotros sí lo somos. Tenemos un potencial brutal y todavía faltan muchas cosas por explotar. Lo que hay que saber es atraer a nuestros establecimientos turismo de calidad. Hay que vender lujo y lujo no quiere decir vender cosas de 100.000 euros. El lujo es lo escaso, lo especializado y lo deseado. Y Santiago lo tiene.
«La venta en línea no funciona en todos los sectores, pero siempre es un buen escaparate»
Meses antes de la pandemia, Santiago Centro puso en marcha distintos proyectos orientados a la digitalización del tejido comercial de la ciudad. Algunos de ellos se han paralizado a causa de la situación sanitaria.
-La pandemia ha acelerado la digitalización de muchos sectores.
-En la anterior crisis económica ya hubo una reacción de la gente y los negocios. Para nosotros es fundamental. No se puede luchar con monstruos como Amazon, pero sí que se puede competir prácticamente con las mismas armas. Tiene que haber la misma atención en el mundo digital que en el físico y la excelencia en la compra tiene que ser la misma. Y ese buen trato lo ha dado toda la vida el comercio tradicional.
-Algunos negocios parece que no se terminan de animar a tener mayor presencia en Internet.
-La venta en línea no funciona en todos los sectores por igual, pero siempre es un escaparate. Cualquier persona mira en Internet quién eres, qué productos tienes en tu tienda y demás. Si no estás en Google, no existes. A nadie le perjudica hacerlo, salvo que estés mal, que entonces es mejor no estar si vas a dar una mala imagen pública.
-En esa línea, ¿qué planes han puesto en marcha?
-En Santiago Centro tenemos una página web con un outlet que lleva funcionando un año. En cuanto a formación, a la Dirección Xeral de Comercio le demandamos cursos enfocados al mundo digital para crecer en ese sentido. Por otro lado, también pusimos en marcha el Grupo de Comercio Innovador, que fue muy fructífero y se aprendieron muchas cosas gracias a los expertos que vinieron, pero todo eso nos lo cortó la pandemia. Igual que el proyecto de márketing con la USC. Teníamos todo en marcha, pero las circunstancias ahora mismo son las que son.