Parte un autobús de Santiago para recoger a 47 refugiados en la frontera con Polonia

Continúan las iniciativas solidarias en Santiago para traer a Galicia a refugiados ucranianos. Mientras Ramón Castaño y Alfonso Pérez Caneiro vuelven de Varsovia con una familia integrada por tres mujeres y otros tantos niños de 4, 5 y 11 años, esta tarde saldrá hacia la frontera de Polonia con el país invadido por Rusia un autobús que tiene por objetivo traer a España a 47 refugiados. Se trata, en este caso de una acción de profesoras e investigadoras de la USC, lideradas por el Equipo de Investigaciones Políticas, en colaboración con el colectivo AGA-Ucraína. De hecho, el autocar se cargará con alimentos en la Cidade da Cultura, donde la asociación de ayuda a Ucrania tiene la sede de su banco de víveres. El grupo abrió una aportación de fondos con el objetivo de recaudar 6.000 euros, para financiar los gastos del viaje, que incluye junto al autobús de Monbus una furgoneta de apoyo.

Dos bomberos de Santiago se unieron al proyecto como voluntarios, para conducir este vehículo adicional en este largo viaje cruzando Europa, que busca llegar a destino lo antes posible.

Por su parte, la residencia canina Cangal, de San Xoán de Fecha, ofrece acogida a mascotas de refugiados. Su responsable, Loreto Corral, destaca el apego que muestran los ucranianos hacia sus animales, a los que no dejan atrás en su éxodo. Inició una recogida de pienso, en paquetes pequeños, que puede depositarse en Cangal y en Comercial Brión-Terras de Labranza.

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«Todos nos sentimos Ucraína e faremos o posible por axudar»

El Ayuntamiento ha puesto a disposición del Ministerio de Inclusión los dos pisos que tiene libres para acoger a ucranianos, porque será él el que se encargará de ubicar a quienes lo precisen. Después de haber organizado la recogida de 15 toneladas de material para Ucrania, el Ayuntamiento no prevé más recogidas. Tanto el ministerio como la Xunta piden que esa solidaridad se canalice en aportaciones económicas, según el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, quien apunta que al margen de que la ayuda de la ciudad se redirija a los canales institucionales, también debe tener en cuenta que es posible que tenga que dar acogida a ucranianos que lleguen a través de su familia o por su cuenta, por lo que está en contacto con instituciones como la Iglesia. «Todos nos sentimos Ucraína e faremos o posible por axudar», dice.