Las vacaciones de este bombero de Santiago son para ayudar a los refugiados europeos

El primer contacto de Miguel Ángel Fernández con el voluntariado fue en un banco de alimentos. No fue hasta el 2016 cuando puso rumbo a las fronteras que intentan franquear los migrantes que recorren la ruta de los Balcanes. Estuvo 45 días en un campo de refugiados en la frontera griega con Macedonia. La experiencia le marcó, y al año siguiente se sumó a la oenegé No Name Kitchen, fundada por el asturiano Bruno Álvarez, que tiene como misión dar comida a miles de refugiados que hacen esa ruta. En el 2017 estuvo en Bosnia y en Serbia. Este año, entre febrero y marzo, Miguel Ángel, bombero del parque de Santiago, fue testigo de «la diferencia de trato entre los refugiados ucranianos y los del resto del mundo. Es vergonzoso lo que está pasando en las fronteras europeas», relata. Pasó tres semanas en Velika Kladusa, en el noroeste de Bosnia, en la frontera con Croacia, y una semana en Michalovce, al este de Eslovaquia, a 20 kilómetros de Ucrania. En la frontera con Croacia conoció «a un chico pakistaní de unos 30 años al que la policía dio una paliza y le rompió una pierna, que soldó sin ayuda médica. En esas fronteras, las personas se ocultan en casas abandonadas. La policía les quita los pasaportes y les golpean». Esa «deplorable situación» contrasta con la frontera de Ucrania, donde «se trata a la gente con la humanidad adecuada». Pueden desplazarse por toda Europa de forma gratuita y «solo mostrando el pasaporte ucraniano se les da cobijo, asistencia sanitaria y psicológica». Miguel Ángel quiere mover las conciencias de quienes permiten «un trato vejatorio para unas personas que también huyen de la guerra y la miseria». En la frontera croata conoció a refugiados de multitud de países. «Muchos afganos, pero también de Pakistán, Ghana o Argelia, y otros casos más raros, como familias cubanas que van a Rusia en avión y luego hacen la ruta de los Balcanes para llegar a Europa». Mañana, Día Internacional del Refugiado, a Miguel Ángel le gustaría que se recordara a las miles de personas que viven «en campos de refugiados, pero también a las miles que están escondidas y a merced de abusos». En Velika Kladusa conoció a un niño de solo dos años que «se tiraba al suelo boca abajo cuando veía un policía, porque sabía que era lo que había que hacer cuando intentaba cruzar la frontera». Seguirá dedicando sus vacaciones al voluntariado porque «es muy gratificante» y «conoces a personas que no tienen nada, pero que transmiten un cariño inmenso cuando les tiendes la mano».

Parlamento Xove

La vicepresidenta del Parlamento, Elena Candia, y la conselleira de Xuventude, Fabiola García, clausuraron el certamen Parlamento Xove, en el que estudiantes de ESO, bachillerato y universitarios debatieron sobre el tema «debe a unión Europea actuar militarmente en terceiros países na defensa dos dereitos humanos». Candia felicitó a los estudiantes y les animó a formarse y aprender habilidades como la oratoria. Ganaron el certamen los equipos del IES Rafael Puga Ramón de A Coruña (ESO), El Colegio La Salle de Santiago (bachillerato) y el Campus universitario Santiago 2 (universidades). Once alumnos recibieron menciones de honra al mejor orador. En la ESO fueron Lucas Rodríguez Kawalski, Ana Varela Pose y Noa Santiago Falcon. Andrés Collantes Barros, Blanca Noya Juncal, Óscar Rodríguez de Vivero y Alfonso Vázquez Losada fueron los mejores en bachillerato. Entre los universitarios se reconoció a Paula Álvarez García, Pablo Abelleira Acevedo, Jaime Arangüena Laffón y María Pedreira López. 

Ruta do Mar de Arousa e Ulla

El Teatro Principal fue el escenario elegido para presentar el cortometraje documental «A Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla, vivencias. A orixe do Camiño de Santiago», realizado por Aser Álvarez y Andrea Barrán. El presidente de la Fundación Ruta Xacobea Mar de Arousa e Terras do Ulla, Javier Sánchez-Agustino, describió el filme como un «percorrido emotivo polos atractivos históricos patrimoniais, paisaxísticos e turísticos de esa zona». En el acto también se entregó al escritor Javier Sierra la máxima distinción de la fundación por su trabajo divulgador del Camino.