El barrio de Guadalupe, en Santiago, espera la reforma de la calle García Lorca tras asegurar el mantenimiento del aparcamiento

Llevan años de espera. De hecho, el PP ya tenía un proyecto para intervenir en la zona. También estaba entre los planes de Compostela Aberta, como en los del PSOE, aunque ha tenido que pasar prácticamente todo el mandato para que el barrio de Guadalupe se convenza de que ahora sí le llegará la reforma comprometida hasta por tres gobiernos distintos. De momento se ceñirá a la calle García Lorca, la principal del ámbito, en la que se invertirá poco más de un millón de euros (1.052.134) para transformar su imagen, según el proyecto que hace días aprobó el Ayuntamiento.

Sin embargo, no es solo la modernización de una urbanización muy desgastada lo que más esperan los vecinos. Aunque mejorar su funcionalidad y accesibilidad es importante, su principal preocupación está en el subsuelo, en esas canalizaciones de fibrocemento que tantas interrupciones generan en el abastecimiento de agua, un problema muy extendido en la zona y en todo el ámbito de Vite.

García Lorca se despedirá del fibrocemento con esta intervención, que lleva implícita la renovación o mejora de las redes de servicios. Sus residentes no saben todavía cuándo arrancará la reforma —la obra está pendiente de salir a licitación—, aunque sí conocen ya el tiempo que les tocará sufrir esa transición. Dos años, si no hay retrasos.

Con carril bici

Es el plazo de ejecución que se estima para un proyecto que modernizará la calle, resolverá los problemas de accesibilidad del irregular trazado en algunas aceras, renovará totalmente pavimentos y mobiliario urbano e introducirá el carril bici, aunque precisamente este último no lo ven muy necesario los vecinos cuando ya lo hay, dice Isolina Barreiro, la presidenta vecinal de Guadalupe, en el parque Pablo Iglesias, que se prolonga a lo largo de una de las fachadas traseras de García Lorca, desde la calle Irmandiños a la avenida Castelao. «Nosotros no lo veíamos necesario, pero el Concello insistió» en que se introduzca en esta remodelación.

Donde sí fueron insistentes los vecinos fue en reclamar el mantenimiento de la actual capacidad de aparcamiento de la calle. Y así será, aunque algunas plazas se distribuirán de otra forma, por necesidades del proyecto, que tendrá especial cuidado en aportar espacios seguros en el entorno de los pasos de peatones para visibilizar mejor los vehículos que se aproximen. «Aquí no tenemos garajes y se necesitan esas plazas», dice la representante vecinal.

Los residentes incluso decidieron obviar el parque infantil que el Concello pretendía localizar en la plaza de García Lorca, para mantener el espacio de aparcamiento. Pero, aunque este se respetará, la plaza se reordenará. Para espacio infantil «tenemos el parque», dice Barreiro. Y añade: «Queremos darle calidad a la gente», y esa pasa por facilitar el estacionamiento.

Barreiro no deja de reclamar un plan integral para la zona. De hecho, el ámbito del proyecto que maneja el Ayuntamiento abarca otras cuatro calles (Carlos Maside, Guadalupe, Celso Emilio Ferreiro e Irmandiños). Pero, de momento, se empezará por García Lorca. Y se entiende que será el modelo a seguir cuando les vaya tocando a las demás.