«En FP Básica vi una evolución a nivel de comportamiento y de actitud»

Alejandra Mourelos era de las que dejaba asignaturas para septiembre. LLegó a repetir curso hasta en dos ocasiones. Hoy es educadora social, psicopedagoga y orientadora educativa. Y con esa formación, y esa experiencia personal, atiende y entiende mejor que nadie a los 125 alumnos con los que trabaja, en el marco de «eMprende», un proyecto piloto de Ayuda en Acción con el que se persigue rescatar a los jóvenes que quedaron desplazados del sistema educativo, y, de manera generalizada, acompañar a los alumnos en la transición de sus estudios al mercado laboral.

«Yo no tuve ese apoyo durante mi vida formativa, si no llego a tener los padres que tengo, me descolgaría del sistema», cuenta Alejandra Mourelos para hacer entender la importancia del programa, que se puso en marcha este curso en 51 centros de Formación Profesional de Andalucía, Extremadura y Galicia. En la comunidad gallega, participan seis institutos, entre los que el de Arzúa es el único de la provincia de A Coruña.

Su labor como profesional se desarrolla en sesiones grupales en las que trabaja con el alumnado en la adquisición de habilidades prelaborales, resolución de conflictos, autoestima, o liderazgo. Se trata de «competencias básicas a la hora de ejercer un empleo que los profesores no se pueden parar a abordar por falta de tiempo», apunta Alejandra Mourelos. Al respecto, Carlos Iglesias, profesor de la rama de Agraria, indica que, en efecto, «en FP no hay sesiones de tutoría, salvo en Básica». Y es, precisamente, en ese nivel donde el profesorado más percibe los cambios desde la llegada de Alejandra al centro. «Todos los grupos son muy buenos, pero en FP Básica sí vi una evolución desde el principio del proyecto hasta ahora, a nivel de comportamiento y de actitud», comenta la educadora y orientadora.

Carlos Iglesias y su compañera Laura Benavente, profesora de la rama Administrativa, lo corroboran: «No existen partes de comportamiento y las calificaciones son buenas». Los tres profesionales avalan la necesidad del programa «eMprende», también materializado en tutorías individuales que «para mi sorpresa, empezaron a solicitar ellos», apunta Alejandra Mourelos. En ellas, «empezamos hablando de empleo, y acaban hablando de asuntos personales», indica para subrayar el respaldo emocional que también se les presta a los alumnos; un aspecto «que trabajamos mucho, porque si no lo haces, los pierdes», reivindica Carlos Iglesias.

«Yo estoy aquí porque soy una fracasada». Cuenta Alejandra que esa es la frase que más escuchó por boca del alumnado desde que está en el IES de Arzúa, donde alumnos como Xián Barreiro son un buen ejemplo de lo que se persigue con el programa que se desarrolla en Formación Profesional, con alumnado, apunta Laura Benavente, «con la autoestima baja porque piensan que son mejores los de BAC». Xián tiene más que superado ese prejuicio que sorprendentemente todavía persiste. Estudia segundo curso del ciclo medio de Trabajos Forestales y Conservación del Medio Rural, al que llegó tras abandonar el Bachillerato de Artes Plásticas que estudiaba en un instituto de la capital. «Sacaba notas pésimas, y apenas asistía a clase», cuenta. Recientemente, fue el alumno elegido para representar a Galicia en un encuentro sobre empleo juvenil con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En breve, se irá de Erasmus, y ya hizo sus pinitos en la brigada elitransportada del servicio contraincendios de la Xunta.