Goretti Sanmartín se estrenará en la alcaldía de Santiago con un gobierno en minoría

Goretti Sanmartín será investida alcaldesa el próximo día 17. Tanto el PSOE como Compostela Aberta (CA) dejaron claro desde la noche electoral que facilitarán la elección de la candidata con más apoyo popular entre las formaciones de izquierda. Los socialistas así se lo confirmaron ayer en el primer contacto de ambos partidos para ver si se dan las condiciones para perfilar un pacto de gobierno. De momento, y al margen de que continuarán hablando la próxima semana, la nacionalista no ha sacado más compromisos de la fuerza que gestionó la ciudad hasta ahora y empieza a asumir que su gobierno arrancará en minoría, pese a su intención inicial de llegar al pleno de investidura con un acuerdo que sostenga ese «goberno amplo, estable» y «transformador» que, dice, precisa Compostela. Pero también está preparada para ese escenario, sostiene.

«O PSOE di que quere ir cun ritmo máis pausado», pero «o BNG está preparado para comezar a gobernar» desde el mismo día 18, señaló Sanmartín. Incluso para todo el mandato, si tuviese que hacerlo en minoría —«estamos preparados para deixarnos a pel absolutamente»—, aunque ni renuncia a un acuerdo todavía para el 17 ni con posterioridad, decía ayer tras ese primer encuentro en el que los socialistas ya dejaron claro que, por su parte, la situación precisa una reflexión más pausada. Y el 17 está «xa aí», precisaba Mercedes Rosón, la número dos de la candidatura que encabezó Bugallo y portavoz en este proceso, en el que no participa el todavía alcalde en funciones, que ya anunció su retirada de la política municipal.

Los socialistas, que arrancaron la semana con dudas sobre la oportunidad de entrar en un gobierno de coalición, quieren tiempo para reflexionar. Para buscar «a fórmula» que les permita enfrentar el futuro «mirando a Compostela sempre, e co interese da cidade por riba de todo», dijo Rosón. ¿Cuánto? «O que faga falta», precisó —con Sanmartín a dos pasos en el hotel NH Collection, donde se celebró el encuentro—, pendiente también de lo propia reflexión del partido.

La primera teniente de alcalde en funciones recordó que hubo pactos anteriores entre ambas formaciones que no se cerraron hasta meses después de la elección de alcalde. Y por si la apuesta final de los socialistas se enfilase hacia el acuerdo, también dejó un recado a la nacionalista. Porque, la obtención de más votos en las urnas le asegura la alcaldía a Sanmartín, pero, por lo demás, hay empate en escaños. La situación «é paritaria» en cuanto al número de ediles, deslizó Rosón, pensando, aunque sin expresarlo, en un hipotético reparto de áreas, aunque esa es una cuestión en la que, según Sanmartín, no se entró ayer. Ni se entrará en la próxima reunión. Si acaso, en una tercera.

En la segunda, fijada para la próxima semana, pretenden definir el grado de coincidencia programática, que comenzaron a explorar ayer, y en el que el modelo de ciudad es esencial para los socialistas, apunta Rosón. Pero también quieren perfilar en esa nueva cita sus posiciones sobre los temas que urgen a la ciudad, como la operación Peleteiro y los servicios con contratos en precario, expresamente el del agua. Los dos asuntos, de los más importantes en la agenda socialista en este mandato, fueron objeto de discordia hasta ahora entre ambas formaciones. «E necesitamos un marco de prudencia e tranquilidade para poder avanzar», dijo Rosón, incidiendo en la idea de no apurar nada.

Por el BNG están en esa negociación la propia Sanmartín, Míriam Fernández Louzao, Xesús Domínguez y Pilar Lueiro. Por el PSOE, Mercedes Rosón, Xoaquín Fernández Leiceaga, Mila Castro y Sindo Guinarte. Los nacionalistas abrirán conversaciones oficiales también hoy con CA, con cuyo voto cuentan para la investidura de Sanmartín. Ahora la cuestión es si se suman a una coalición, ya sea bipartita o tripartita.

Formoso descarta concretar cómo serán los pactos: «Aínda está todo moi verde»

m. VARELA

El secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, presidió ayer la Executiva Nacional del partido para, entre otras cosas, establecer un marco común de negociaciones con el BNG para facilitar los pactos de investidura en los ayuntamientos. En declaraciones a los medios en un receso de la reunión, celebrada en Teo, Formoso descartó entrar en detalles sobre las perspectivas de gobernabilidad en ningún concello en concreto, a pesar de la insistencia en las preguntas sobre el futuro de Ourense. No se refirió, por tanto, al escenario de Santiago, aplazando a la próxima semana una mayor concreción.

«Aínda non empezamos a negociar», zanjó sobre la comisión que supervisará estos acuerdos de gobernabilidad entre PSdeG y BNG, cuya primera reunión está prevista para principios de la semana que viene. «Hai que aterrar ese acordo de investidura en cada unha das realidades, das agrupacións locais, con distintas sensibilidades e relacións dos compañeiros nas distintas cidades e vilas», continuó Formoso, que advirtió de que ese procedimiento «aínda está moi verde».

La dirección socialista interpreta que el Bloque será su socio prioritario para los pactos de investidura, pero deja en el aire cómo será la conformación de los gobiernos. «Haberá unha comisión negociadora das dúas formacións políticas coa obriga de entenderse e de mandar un sinal moi potente a esa Galicia que espera que a levantemos, a moralicemos, e deixemos de facer unha política de rendición», apuntó el líder del PSdeG.