Centenares de vecinos para ver a la reina en Oroso: «É moi amable, moi cercana, nunca vou olvidalo»

Sigüeiro se desperezaba ayer bajo esa neblina que tantas jornadas deja el Tambre. Era el lunes de la vuelta a las aulas, y en la avenida Álvaro Cunqueiro el despliegue de fuerzas de seguridad era de los que se hacen notar: la reina Letizia acudía a la inauguración oficial del curso en el colegio Camiño Inglés. Llegó 20 minutos más tarde de la hora prevista (las 11.30) porque esa bruma a menudo intrascendente hizo desviar su avión del aeropuerto de Santiago al de A Coruña.

Poco importó a los centenares de vecinos que se acercaron al centro educativo para ver en persona a la reina. Fue el caso de Diego Iglesias, que a las diez y media de la mañana estaba allí para lograr un lugar en primera fila, en la que considera una jornada histórica para el municipio: «É moi bonito, para os nenos e para o pobo. E representa unha repercusión moi grande para Sigüeiro e o Concello de Oroso». Iván Calvo, estudiante de INEF que se mostraba sorprendido por la elección de su municipio para este acto, no se lo quiso perder; y se encontró una sorpresa extra: «A verdade é que non contaba con saudala e vela tan de cerca. Impresionoume bastante, foi moi simpática e moi maja».

Para Josefa Cebral y su hija, Ana Bello, ir al Camiño Inglés es habitual, porque allí estudia Samuel (hijo de Ana) quinto de Primaria: «El xa tiña moita ilusión por vela dende o domingo, e a nós tamén nos facía graza vela en persoa. E moi ben, súper amable e cercana á poboación, moi llana», comenta Ana. Josefa explica, aún emocionada, que la reina les indicó a su llegada al colegio que se acercaría a saludarlos al concluir la visita «e así foi. Moi amable, moi guapa, dounos a man a varias persoas por aquí, eu non vou olvidalo nunca», indicaba.

Y es que doña Letizia, ya recibida entre aplausos que fueron a más en el adiós tras acreditar su cercanía a la gente, se aproximó a las vallas donde los vecinos esperaron varias horas a pie quieto hasta que minutos después de las 13 horas el Mercedes de Casa Real enfiló calle arriba. Antes repartió sonrisas y cordialidad, se dejó fotografiar en multitud de móviles, facilitó selfis junto a ella y jugueteó con una niña de corta edad apoyada en una valla. A otra se encaramó, sin reprimir su emoción, una señora para estrechar entre las suyas la mano de la reina, que llegó a recomendarle precaución para no caerse.

Fue un inicio de curso que se quedará en la memoria de Oroso, con la reina, la ministra de Educación y FP en funciones, el presidente de la Xunta, el del Parlamento, el conselleiro de Educación ... El alcalde, Álex Doval, destacaba como «unha gran honra e orgullo para o noso concello» albergar la inauguración del curso, que hizo de la jornada una auténtica fiesta. La misma que anuncian distintos carteles en el centro, para celebrar que se cumplen diez años de su apertura, con una fuerza que hace participar a su comunidad educativa en multitud de programas novedosos, explicaba su director, Francisco Ávila.

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