El Compostela se extravía

Cinco puntos en cinco jornadas no entraban en los cálculos del Compostela en pretemporada y tampoco en los de una afición que empezó el curso con las alforjas cargadas de una ilusión que está dando paso a la incredulidad, el desencanto y el enfado. Ni los resultados ni el fútbol sostienen al equipo. Está a cuatro puntos de los puestos de promoción y a diez del líder. Y solo tiene uno de renta sobre el descenso.

Quedan por delante veintinueve jornadas, y esa es la mejor noticia, hay margen para cambiar las tornas. Pero el presente es decepcionante.

Manel Menéndez ha sido claro desde el principio y no está buscando excusas. Quiere un equipo que sea sólido en defensa y ágil en las transiciones. Sin embargo, no está consiguiendo ni una cosa ni la otra, porque el colectivo espera al rival, no lo aprieta para tratar de robar arriba. Y cuando tiene el balón es muy previsible y fácil de contrarrestar. Ni siquiera está consiguiendo explorar la que estaba llamada a ser su principal vía de llegada, la de los centros laterales para aprovechar las condiciones de Manu Barreiro dentro del área.

La afición ya mostró su desagrado en diversas fases del partido del domingo y, sobre todo, en cuanto el árbitro pitó el final.

En el club reconocen la preocupación por el devenir de la temporada, pero el mensaje es de calma y confianza en que cambiará la decoración.

De cara al derbi del sábado, Manel Menéndez recuperará a Caballé en el costado derecho y probablemente también a Juampa en el izquierdo. En las bandas no le sobran las alternativas.

Arriba, a la espera de Fran López, el único ariete es Manu Barreiro. El jugador del Celta se perdió toda la pretemporada por una lesión en la espalda y poco a poco va entrando en la dinámica de grupo, pero aún no ha podido debutar y no hay una fecha en el horizonte para su estreno.

La plantilla disfrutará este martes de una jornada de descanso y el sábado encara el segundo derbi, en el campo de Abegondo ante el filial del Deportivo. A la espera de que esa cita pueda marcar un punto de inflexión, la situación es de tensa calma.