Santiago agota el suelo industrial tras la venta de la última parcela de A Sionlla
Santiago
La patronal del Tambre, preocupada ante una carencia para acoger nuevas empresas que cree se prolongará un mínimo de 2 años
09 Oct 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Santiago se ha quedado sin suelo industrial. La reciente venta de la última parcela que quedaba en A Sionlla por parte de Xestur, de 2.985 metros cuadrados de superficie, agota por completo el parque empresarial y deja al municipio sin opción para acoger nuevas industrias. Es una situación que preocupa al empresariado compostelano, y así lo expresa el presidente de la Asociación Área Empresarial del Tambre, José Fernández Alborés: «Temos un problema, eu calculo que como mínimo a tres anos vista, porque aínda que a ampliación da Sionlla está en marcha, son cuestións que van despacio. Sendo moi optimista, falamos de dous anos», ya que pese a que la ley de áreas empresariales de Galicia aprobada el pasado año agiliza notablemente los plazos, son desarrollos que llevan tiempo, indica.
«Antes de 2-3 anos non teremos solo industrial. Iso supón que ningunha nova empresa se poderá implantar nese tempo en Santiago, máis alá das que compraron parcelas na Sionlla e aínda non empezaron a construír. Pero se algunha quere vir hoxe non ten opción, salvo intentar comprar algunha antiga nave, pero hai moi pouquiñas á venda», expone el presidente de la patronal del Tambre. Alborés ya había alertado de la carencia de suelo industrial a la que se enfrentaba Santiago en una reunión con la Xunta a principios del 2022, porque aunque Xestur todavía disponía entonces de numerosas parcelas a la venta en A Sionlla, el colectivo empresarial del Tambre ya sabía por los movimientos de empresas interesadas en asentarse que se minimizaría aquella bolsa, en la que además echaban en falta parcelas de gran superficie que pudiesen acoger proyectos industriales de calado.
Desde Medio Ambiente, Territorio e Vivenda recuerdan que antes del verano se licitó el proyecto del plan estructurante de la ampliación de A Sionlla en 400.000 metros cuadrados, por importe de 249.398 euros, y aseguran que la previsión es una próxima adjudicación.
Pero Fernández Alborés considera que esos 400.000 metros cuadrados no son suficientes: «Desa ampliación en marcha resultarán aproximadamente uns 220.000 metros cadrados edificables. Ese espazo non durará máis de ano e medio». Tiene claro que esa ampliación debe mantener un uso de suelo estrictamente industrial, como solicitó en su día la patronal del Tambre a la Xunta. Porque Alborés señala que haber abierto A Sionlla a un uso comercial precipitó que la ciudad agotase el suelo industrial. Considera que esos establecimientos comerciales también generan riqueza y crean puestos de trabajo, «pero ocuparon solo industrial, e penso que non deberan estar alí».
Cree que debería pensarse desde ya en una actuación más ambiciosa en superficie, y apunta una bolsa de suelo superior a 1,5 millones de metros cuadrados tras las naves situadas a la derecha de la vía Edison del polígono industrial del Tambre, en sentido descendente, «entre esa zona e cara o bar Polígono. Teño claro que sería bo empezalo a mirar, e xa o comentei coa alcaldesa de Santiago e coa conselleira de Industria», en encuentros mantenidos en las últimas semanas. Sería la manera de evitar «que sempre vaiamos tarde» en la disponibilidad de suelo industrial.
El último proyecto por el que pugnó el biopolo, de 17 millones, se fue para Curtis
La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda señala que están adjudicadas todas las parcelas del parque empresarial de A Sionlla, pero recuerda que hay siete que están reservadas para el Biopolo Sionlla. Suman 64.000 metros cuadrados, previstos para la ubicación de instalaciones de producción de firmas biotecnológicas. Es otro de los frentes en que trabaja la patronal del Tambre.
Un frente en el que acaba de escaparse una empresa con la que se mantuvieron amplias negociaciones durante el verano para lograr su instalación en Biopolo Sionlla. Se trata de la sevillana Proteins for All, que finalmente se decantó por ubicarse en Curtis, donde invertirá 16,9 millones de euros en una planta de producción de proteínas de origen vegetal. El Consello de la Xunta lo declaró iniciativa empresarial prioritaria el pasado 28 de septiembre. Alborés lamenta que la firma descartase la opción de A Sionlla, pese a su especialización: «Son 16,9 millóns de inversión, co que iso significaría para A Sionlla. Era a primeira pedra do arranque total do proxecto biotecnolóxico, no que estamos traballando moi sos. É o que lle estou dicindo a toda a clase política. É triste, pero é así». Reclama una mayor implicación de las distintas administraciones para el despegue del biopolo, que tras esa importante inversión fallida no tiene ofertas firmes para instalarse: «Nos Biodays en Barcelona [en el marco de Biospain] houbo contactos cunha empresa norteamericana, pero foi moi superficial. Estamos traballando en elo, pero somos una asociación de empresarios e chegamos onde chegamos», de ahí que demande ese mayor apoyo público.