Empresa y UGT negociarán el martes una salida al conflicto de Iberia en Lavacolla

El aeropuerto Rosalía de Castro, de Santiago, vuelve hoy a la normalidad. Los trabajadores del servicio de handling [asistencia en tierra] de Iberia concluyeron ayer la huelga de dos días convocada para exigir el refuerzo de la plantilla, desbordada ante el incremento de la carga de trabajo que ha provocado el desvío de las operaciones de Peinador debido a las obras de mejora de su pista de aterrizaje, si bien esa demanda ya la habían reiterado los representantes sindicales con mucha anterioridad a que se produjese esta circunstancia para el período comprendido entre los días 6 y 30 de este mes. Ahora, el horizonte temporal para el primer intento negociador desde que fue declarada la huelga se sitúa a las 10.30 horas del próximo martes, ya que la empresa y la representación laboral se sentarán frente a frente, con la mediación del Consello Galego de Relacións Laborais, para intentar aproximar posturas. De no producirse avances, que para UGT pasan ineludiblemente por el incremento de plantilla en la medida que requiere la sobrecarga de trabajo, el sindicato valorará ir a la huelga indefinida.

Mientras tanto, se prevé que a principios de la próxima semana estén incorporados en la plantilla de Iberia en Lavacolla siete trabajadores más, todos del área de administración. La representación laboral considera imprescindible la conversión de contrataciones de tiempo parcial a jornada completa, y advierten que la empresa tiene agotada la bolsa de empleo —lo atribuyen a una mala planificación— por lo que de forma inmediata no podría realizar más incorporaciones.

Por otra parte, el comité de huelga estudia emprender medidas legales por considerar que la empresa actuó irregularmente, al hacerlo fuera de plazo, al notificar a los trabajadores la incorporación a sus puestos para cubrir unos servicios mínimos que, además, consideran abusivos.

Según fuentes de UGT, convocante de la huelga a través de la sección sindical de Iberia en Santiago, este viernes se cumplieron las 9 cancelaciones previstas, que se suman a las 13 del jueves, además de producirse numerosos retrasos de otros vuelos que sí pudieron operar. Los afectados ayer fueron una salida de la compañía Vueling con destino a Barcelona, dos conexiones de ida y vuelta (cuatro vuelos) de Air Europa con Madrid, y otros tantos de Iberia también con el aeropuerto de Barajas. Además de las cancelaciones, se produjeron retrasos en numerosos vuelos en las dos jornadas de huelga, si bien el de mayor demora ayer fue de una hora en uno de Air Europa.

UGT denuncia que en la compañía hay turnos que incluso pueden ir desde las cinco de la mañana hasta las seis de la tarde, con jornadas partidas para atender picos de trabajo, lo que «dificulta seriamente la conciliación de la vida laboral y personal» de los trabajadores y trabajadoras. Además, incide en que estas «condiciones precarias» afectan a la salud del personal de Iberia en Santiago, con riesgos «muy serios, tanto físicos como psicológicos». UGT reitera que lleva tiempo denunciando esta situación en el servicio de handling de la compañía en el aeropuerto compostelano, y que Iberia «se escuda en un supuesto normal funcionamiento y da la callada por respuesta».