Las Lecciones Jacobeas analizan el impacto cultural de las peregrinaciones

Las XV Lecciones Jacobeas Internacionales de la Universidade de Santiago comenzaron ayer con la temática de la historia y la actualidad del Camino y la peregrinación. Es un seminario presentado a modo de curso de verano que cada año reúne a investigadores locales, de España e internacionales para reflexionar sobre la peregrinación jacobea. «Nunca se invita a las mismas personas, para que se vea la magnitud de la cultura jacobea, no solo en las universidades gallegas, sino a nivel internacional», comenta Miguel Taín, director de la Cátedra del Camino de Santiago y en la que lleva trabajando desde el 2019. Esta ofrece premios a trabajos publicados o a proyectos de investigación. Los autores presentan los resultados en el seminario, de forma que cada año las Lecciones traen consigo presentaciones nuevas e inéditas.

El curso va destinado a todo tipo de público, personas con diferentes perfiles, edades y nacionalidades. «Siempre estamos llenos, este año hay matriculadas 5 o 6 nacionalidades, gente que viene desde Francia, Italia y Alemania. Hay un japonés, una profesora de Kazajistán y varios profesores asistentes de países latinoamericanos, aparte de la gente de España», afirma el director. El seminario, además, tiene el objetivo de sembrar y difundir la historia e información sobre el Camino entre los jóvenes y estudiantes. Por ello, se incluyen en el programa ponentes que reciben el reconocimiento de la Cátedra por su TFG o TFM, es decir, investigadores jóvenes que hayan dedicado estos proyectos al Camino de Santiago. En esta ocasión, es otorgado a María Rodríguez Senra, licenciada en Historia del Arte por la USC.

Miguel Taín subraya que los temas tratados en las conferencias son de actualidad, «la mayor parte de los trabajos son dedicados a los siglos XIX, XX y XXI», comenta. De esta forma, tiene lugar un contraste entre la peregrinación actual y lo que históricamente era el Camino de Santiago. «El Camino se ha adaptado a los tiempos, hoy se ha convertido en un fenómeno global. Ya no es solo de tipo religioso, sino de otra forma, en el sentido de que también se ha convertido en una actividad cultural. Sobre todo, durante los años 80 y 90 fue un fenómeno que perturbó a Europa, pero yo hoy lo considero un fenómeno que perturba al mundo», explica Taín.