Ellos son la primera promoción de la Universidade de Santiago que se beneficia de la matrícula gratis: «Es un incentivo para aprobar»
Santiago
Al menos cuatro mil estudiantes de la USC han obtenido esta bonificación que Galicia implantó de forma pionera en el curso 2024-2025
28 Oct 2024. Actualizado a las 13:20 h.
Antía González, Pedro Silva, Amalia Grela y Rosalía Viqueira. Los cuatro son alumnos de primero de Enfermaría en el campus de Santiago y los cuatro tendrán la matrícula universitaria gratis. En concreto, bonificada al 99 %. Este curso 2024-2025 entró en vigor esta medida anunciada en plena campaña electoral por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y que según las estimaciones de la Administración gallega puede beneficiar a casi veinte mil jóvenes. De momento, en la Universidade de Santiago ya han sido cuatro mil (3.933), pero la cifra crecerá cuando se resuelvan las becas del Ministerio de Educación. Porque aquellos alumnos que han solicitado esta ayuda y no la obtengan, podrán tener al menos esta gratuidad de la matrícula.
Aunque las familias de Amalia, Antía, Pedro y Rosalía no pagaron las tasas, estos jóvenes saben perfectamente cuánto se han ahorrado, más de 800 euros. Una cantidad que no recayó en ellos como ‘regalo' de entrada en la universidad, sino que servirá para costear una etapa educativa que implica un esfuerzo importante para los padres. «Eses cartos invístense noutras cousas porque a verdade é que non me dera conta do caro que é vivir ata chegar aquí», cuenta Amalia, de Rois. Los cuatro viven fuera de casa, ya que Pedro es de Vilagarcía de Arousa y Antía y Rosalía de A Coruña. Salvo en el caso de esta última, que está en una residencia, el resto comparte piso. Es precisamente la vivienda lo que se lleva el mayor porcentaje de gasto, «o demais depende do día a día e podes ir mirando, pero o aluguer é o máis caro», apunta Pedro.
Al estar en primero de Enfermaría y haber superado este año las pruebas de acceso a la universidad no necesitaron ningún requisito más para contar con la gratuidad, pero a partir del segundo curso se exige, en el caso concreto de su titulación, tener al menos el 80 % de los créditos aprobados. Les parece bien, y es además un estímulo para esforzarse, «es un incentivo para aprobar —dice Rosalía—, me parece bien que se ponga algún requisito porque no creo que un estudiante que no haya aprobado nada se lo merezca tanto como otro que ha estado estudiando todo el curso».
El resto de los compañeros asienten y están dispuestos a trabajar para seguir manteniendo esta ayuda pese a que los comienzos en la carrera han sido duros, «tuvimos seis semanas consecutivas de clases expositivas de nueve de la mañana a dos de la tarde y cinco materias», apunta Antía. «Fue un poco impactante ver tanta materia en tan poco tiempo», añade Rosalía.
Amalia tenía clara su vocación, así que tras hacer las pruebas de acceso a la universidad eligió Enfermaría en todos los campus, aunque su primera opción era Santiago. Lo mismo le pasó a Antía, que hizo un ciclo formativo —aprobó los dos cursos en un año— porque en el 2023 no logró entrar en este grado. Rosalía lo intentó primero en Medicina y no descarta volver a intentarlo mientras que Pedro, quien lo tenía menos claro, puso Enfermaría de primera opción pero barajó otros estudios como Psicoloxía o Criminoloxía.
Pedir requisitos
Al igual que estos jóvenes entienden que haya que aprobar un mínimo de créditos para lograr la bonificación de la matrícula, también defienden una política ambiciosa de becas y ayudas vinculadas al esfuerzo académico, «non sempre todo pode ser gratuíto», apunta Amalia. Como ellos, miles de jóvenes inician este curso su vida universitaria en Santiago, una ciudad que de momento ha satisfecho con creces sus expectativas, «é o mellor de todo», dice Amalia. «No defrauda», concluye Antía.
Los datos de la gratuidad de la matrícula son provisionales pero la cifra en la USC será la más alta del sistema universitario gallego al tratarse de la institución con más alumnado. De momento, y según los datos de la Xunta, en Vigo hay unos 2.900 estudiantes beneficiados y en A Coruña unos cincuenta menos (2.837). Para compensar los ingresos que dejan de percibir las universidades la Xunta aportó, de momento 2,2 millones a la USC, 1,7 a la de A Coruña y 1,6 millones a la Universidade de Vigo.