Boryana Kaleyn, plata en París en gimnasia rítmica: «El momento de la competición es como contar una historia al público»
Santiago
Impartió una clase maestra en la jornada previa a la Gala Internacional Jael
15 Nov 2024. Actualizado a las 20:23 h.
Boryana Kaleyn (Sofía, 2000) es medalla de plata en las Olimpiadas de París y oro en simpatía y cercanía con las deportistas que tuvieron la oportunidad de disfrutar de una clase maestra en el Pabellón de Santa Isabel. Es una actividad más de la Gala Internacional Jael organizada por el club Viravolta, una cita que cada año trae a Compostela gimnasia rítmica del más alto nivel.
—¿Cómo empezó en esta disciplina?
—Un poco por casualidad. De niña practicaba natación y ballet, pero no me gustaba. Un día mi madre fue al Centro de Deportes, le preguntó a una señora que vio por la calle si sabía dónde hacían gimnasia, que le daba igual si era artística o rítmica. La chica le dijo que allí mismo. Era gimnasia rítmica. Y fue mi primera entrenadora, Mariana, que lo sigue siendo actualmente.
—¿Cuántas horas y sacrificios hay detrás de la medalla de plata?
—Llevo dieciocho años entrenando seis días a la semana. Cuando era pequeña, entre nueve y once horas diarias, ahora un poquito menos. Todo el día.
—¿Alguna vez pensó en abandonar?
—El deporte profesional es muy duro mentalmente. He pasado por muchos momentos en los que pensé en dejarlo. Sin ir más lejos, el año pasado. Pero me tomé un descanso, me convencí de que tenía que ir en busca de mi sueño, participar por segunda vez en unos juego olímpicos y conseguir medalla.
—Jugarse la gloria después de tantas horas de entrenamiento en unos minutos. ¿Cómo se gestiona esa presión?
—Hay mucha presión en el mundo de la gimnasia, sobre todo en una competición tan importante como los juegos olímpicos. Tienes que centrarte en que es tu trabajo, el que llevas tanto tiempo haciendo con tu entrenadora, que si lo has podido realizar tantas veces puedes una vez más.
—Aros, mazas, cinta, pelota... ¿Cuál es su fuerte?
—Mi aparato favorito era la cuerda pero, lamentablemente, la quitaron del código sénior.
—¿Qué es lo que más disfruta de este deporte?
—Lo que más, el momento de ir a la competición. Es como contar una historia al público y compartir las emociones.
—¿Y lo que menos?
—Las rutinas, tantos años haciendo lo mismo todos los días. Una hora de calentamiento, luego aparatos... Pero sabes que no puedes parar, porque si lo haces no progresas. Tienes que automatizar para la competición.
«A las niñas les digo que no se rindan, que vengan a entrenar siempre con una sonrisa»
El Xacobeo Ximnasia Rítmica, tercera edición del Torneo Internacional Viravolta Jael y cuarta de la gala internacional trae a compostela a varias de las mejores deportistas del mundo, entre ellas la propia Boryana Kalyen y la medalla de oro en París, Darja Varfolomeev, que estarán está tarde en el Multiusos de Sar.
—¿Conoce algún otro evento de este nivel, al margen de la competición oficial?
—Quizás el Euskalgym, que se celebra en Bilbao. Fuera de España no conozco ningún otro como este. Y al igual que el Euskalgym lleva muchos años, espero que este también tenga continuidad porque reúne a las mejores gimnastas del mundo y es un placer formar parte.
—¿Qué consejos les daría a estas jóvenes deportistas que ven en usted un ídolo y un espejo?
—Intento ser una inspiración para ellas y transmitirles la ilusión por el deporte, que es duro, que no se rindan, que luchen por lo que quieren confiando en su trabajo y en el de sus entrenadoras. Les digo que vengan a entrenar siempre con una sonrisa. Lo primero que les deseo es salud, que es lo más importante, no solo en gimnasia. Y a partir de ahí que luchen por sus sueños.
—Al echar la vista al frente, ¿cómo contempla su futuro?
—A nivel personal me gustaría formar una familia y ser feliz con ella. En el ámbito deportivo, ser entrenadora y trabajar con las gimnastas ya no solo para conseguir los objetivos que se marquen sino ayudarles a ser felices y entender que el sacrificio acaba dando sus resultados.