La Voz de Galicia

Sanmartín reivindica su gestión en Santiago, el PP no ve avances y Muíños pide diálogo

Santiago

r. m. santiago / la voz

La alcaldesa se compromete a recoger «o que sexan críticas construtivas»

16 Jan 2025. Actualizado a las 22:26 h.

Goretti Sanmartín defendió esta mañana su gestión en el debate del estado del municipio con el relatorio del trabajo hecho, como la consecución de la tasa turística todavía pendiente de implantar, el convenio para el párking del CHUS y la renovación del compromiso del ADIF del aparcamiento para la intermodal, además del acuerdo que rebajó 11 millones la aportación municipal para la nueva depuradora.

En un discurso con el que el bipartito insistió en poner a las personas y las políticas sociales en el centro, la regidora reiteró también los retos de la ciudad en materia de diversificación económica, vivienda, movilidad, sostenibilidad (también en el turismo) y en la necesidad de pensar su transformación a medio y largo plazo. Pero no hubo anuncios relevantes. El único llegó de su primera teniente de alcalde y portavoz de CA, María Rozas, que dio cuenta de un programa de empleo formativo con 3 millones de euros.

La alcaldesa repasó en la práctica todas las áreas de gobierno, después de reconocer las dificultades para mudar el funcionamiento interno de la administración, aunque esa es una labor en la que persiste y en la que señaló que se empiezan a ver resultados, como la reducción a 42 días del período medio de pago, que en este mandato llegó hasta los 115 días, según el popular Borja Verea, que apuntó ese «récord» para la nacionalista.

La regidora pasó de puntillas, sin embargo, sobre grandes temas de la ciudad para los que BNG y CA todavía no han aportado solución: la operación Peleteiro y el transporte urbano. Al Peleteiro lo mencionó únicamente al abordar la apuesta del gobierno por acabar de construir los espacios libres de la ciudad antes que por promover la ocupación de nuevo suelo. Sí lo haría el socialista Gonzalo Muíños para reprocharle su falta de apoyo antaño en ese tema, en el del agua y con las VUT.

Ni una línea dedicó Sanmartín a la Casa da Xuventude, un tema que distancia al bipartito y que tampoco entró en el discurso de María Rozas, que intervino para hacer especial hincapié en los asuntos que lleva CA, en políticas sociales y movilidad esencialmente. Apuntó la apertura este año del centro para personas sin hogar de Belvís y la prevista asunción de la gestión del párking de la plaza de Galicia.

Sanmartín dio cuenta de una ciudad que avanza en población y en programación cultural, que reclama su papel capitalino e interesada en proyectarse industrial y comercialmente, pero preservando también el tejido comercial local y apostando por el rural, según una intervención en la que, como declaración de principios, dijo renunciar a la política cosmética y apostar «polas mudanzas profundas».

El popular Borja Verea no vio ninguno de los avances que proclamó el gobierno. En una intervención en la que metió junta a toda la izquierda (BNG, PSOE y CA), concluyó que la ciudad no ha avanzado con ella en el poder en los últimos diez años, ya fuese gobernando individualmente o en coalición, como ahora. Le achacó haber llevado al Concello prácticamente «ao colapso técnico» en numerosos departamentos y, al bipartito, el récord del retraso en el pago de facturas, la pérdida de 2 millones de fondos europeos y baja ejecución presupuestaria. Cuestionó la «demora inxustificada» de la reforma de García Lorca, el afecto de Sanmartín por el patrimonio histórico y que la ciudad «estea máis sucia ca nunca co contrato máis caro da historia». E identificó en el contrato aún no licitado del transporte público el ejemplo «máis triste e máis descarado da ineficacia» del «pacto tripartito dos dez últimos anos».

Pese a acabar de negociar los presupuestos del 2025 con el bipartito y defender el avance de la ciudad con los gobiernos progresistas, Muíños insistió en que la disposición al acuerdo no es incompatible con la crítica en el debate político. Y, metido en faena, echó en falta autocrítica en Sanmartín, le reclamó disposición al diálogo, «tamén cos veciños», y que se deje de selfies y «xestione». La alcaldesa dijo tomar nota de las «críticas construtivas».

Verea: «Este tripartito leva dez anos bloqueando Santiago»

 

 

Borja Verea invitó a los compostelanos a preguntarse y responderse a sí mismos si creen que la ciudad está ahora mejor que hace dos años, o incluso que los últimos diez. En torno a esa pregunta y a las demandas de acción en ámbitos como la educación, el rural y la atención a los mayores, entre otros, discurrió la intervención del líder popular, que, frente a los gobiernos de izquierdas, expuso que la ciudad tiene una alternativa desde el 2023, la que representa su candidatura, que «no 2027 vai gañar a esta xa longa unión tripartita de BNG, PSOE e CA, que leva dez anos bloqueando e paralizando Santiago». Estuvo cerca de la alcaldía entonces, dijo, pero a «unión tripartita de BNG, PSOE e CA gañou as eleccións por pouco». La alcaldesa saludó que «por primeira vez» el popular reconozca que no ganó las elecciones. María Rozas defendió que Santiago sí está mejor ahora que cuando terminó el gobierno popular «dos tres alcaldes» y dijo ver a Verea mejor en el papel de «conseguidor» que en el de regidor, por los logros que se atribuye. Se refería a la senda ciclable, pero Verea le sumó también el párking del Clínico e incluso la iniciativa de vivienda pública para jóvenes en Xoán XXIII. Y anunció que de gobernar, habrá una concejalía de Industria, Ciencia e Innovación.

Muíños: «Este grupo nunca vai apoiar un candidato do PP»

 

 

En medio de la defensa de la voluntad de su formación a buscar siempre acuerdos para el avance de la ciudad y de reivindicar el sello socialista en las inversiones realizadas hasta ahora por el bipartito —«ata gora poucos ou ningún proxecto propio puidemos ver do BNG»—, Gonzalo Muíños dejó claro que su grupo «nunca vai apoiar un candidato do PP». Ni su grupo, ni él expresamente, dijo, quizá llevado por la insistencia de Verea de que aspira a dirigir la ciudad y ante los cambios que parecen avecinarse en el seno de la formación socialista, pendiente de la resolución de los expedientes que les abrió el partido por romper la disciplina de voto con las VUT, aunque el propio Muíños está expedientado por otros cargos.

El futuro del grupo municipal está a expensas de lo que decida el partido, pero no parece que la resolución de la crisis vaya a suponer la desaparición de las siglas del PSOE en Raxoi, aunque sí puede derivar en su partición y el pase de algunos ediles al grupo de no adscritos. La unidad que mostró inicialmente el equipo municipal socialista se está resquebrajando. Sindo Guinarte y Marta Abal, independiente afiliada al PSOE en medio de esta crisis, ni accedieron ni salieron ayer del pleno al tiempo que sus compañeros. En cualquier caso, Muíños dejó claro que agotará el mandato.

El BNG lleva pelotas antiestrés para los populares

 

 

Con la crítica habitual del PP a la falta de gestión e incapacidad del gobierno en mente, Míriam Louzao (BNG) fue preparada con un «agasallo» para los populares: un libro sobre Santiago, mostró desde su puesto, para que «o vexan con outros ollos, que o ven moi gris»; y pelotas antiestrés, para todos, dijo, porque «canalizar a frustración así é moito mellor para a democracia e para todos nós que recorrer ao insulto». Verea lamentó que el BNG se tome la «solemnidade» de este pleno con esa «seriedade».

Sanmartín, maestra de Verea en el «non polo non»

 

 

Muíños contrapuso la «lealdade e a coherencia» como forma de entender la política con la práctica del «non polo non». En la primera situó a su formación. La segunda es la del PP, dijo, aunque la crítica no iba dirigida tanto a los populares como a la alcaldesa. Muíños sacó la cuestión a colación para decir que esa era la política opositora que practicó Sanmartín con el gobierno del PSOE. «O señor Verea tivo unha gran mestra niso de opoñerse por sistema», dijo.

La gestión del Pombal, referencia para nuevas obras

 

 

En materia de obras, la alcaldesa refirió que la reforma del Pombal se está desarrollando con un nivel de planificación y de información a la ciudadanía y a los negocios afectados que «converteron en éxito o que algunhas voces auguraban como desastre». Para Sanmartín, esta obra ejemplifica «un xeito de facer» que servirá de base para las próximas intervenciones en García Lorca, Mallou y Puente la Reina «e nos proxectos que preparamos para o Ensanche».

Piden que se retire del acta la palabra terapia

 

 

El PP solicitó al final del pleno que se retirase del acta la palabra «terapia» a la que aludió Rozas cuando dijo que no esperaba más que una intervención «catastrófica» por parte del PP en la que su portavoz «aproveitara para facer terapia polo seu trauma non superado dende o 2023 de non ser alcalde». Yolanda Otero pidió su retirada «por respecto ás persoas afectadas por patoloxías de saúde mental». La alcaldesa, que no reparara en su uso, no vio inconveniente.


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