El retablo de la iglesia de Trasmonte desvela su calidad tras una profunda restauración
Ames
El vecindario de la parroquia amiense sufraga el 90 % de los trabajos para salvar unas tallas muy deterioradas
09 Dec 2024. Actualizado a las 21:20 h.
Antes de que Ames fuese conocido como uno de los concellos de Galicia con mejor balance demográfico, este municipio destacaba por una riqueza agroganadera cuya cercanía con Santiago le concedió un destacado patrimonio repartido por once parroquias. Trasmonte es una de ellas, con un censo de 338 habitantes, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística. Y prácticamente todos los hogares de esta pequeña parroquia rural, independientemente de cualquier creencia religiosa, han contribuido sin dudarlo para salvar el retablo de su iglesia, dedicado al Tránsito de la Virgen. El Arzobispado aportó el 10 % del coste.
El grave deterioro del retablo, plagado de organismos xilófagos que estaban degradando y carcomiendo la madera desde el interior, hizo saltar la alarma. El primero en informar de la gravedad del problema fue José Luis Dorelle Iglesias, que se hizo cargo de la parroquia de Trasmonte en el 2020. «Cuando llego descubro un retablo muy hermoso en el que aparece todo el ciclo iconográfico de la dormición de la Virgen, representado a modo de película pero con esculturas de madera. Y estaba en un avanzado estado de deterioro que hacía que estuviese en peligro», relata este párroco, que cree que la autoría de las piezas corresponde a Fray Manuel de los Mártires, monje de San Domingos de Bonaval y discípulo de Fernando Casas Novoa, «artista de primer orden del barroco gallego y autor de la fachada de la Catedral de Santiago», por lo que Dorelle destaca el alto valor patrimonial del conjunto escultórico del pequeño templo.
La pandemia dilató la restauración, que necesitó el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio, también para la retirada de todos los elementos del retablo y su traslado, trabajo que asumió la empresa Hermanos Fontán. Esta firma, avalada por Patrimonio, se encargó del meticuloso desmontaje y envío de todas las piezas a la sede pontevedresa Talleres de Restauración Almuíña, especializada en este tipo de rescates.
Su trabajo comenzó a principios de octubre y el retablo podrá regresar a Trasmonte el próximo verano. Hasta entonces, José Luis Dorelle publica en la página de Facebook de la parroquia de Ortoño, de la que también se encarga, información e imágenes sobre todo el proceso, que se está haciendo a la carta en función del estado de cada parte y de las intervenciones previas en el retablo, que desde el siglo XVIII ha recibido al menos tres repintes y barnizados. En algunas partes se van a retirar todas las capas incorporadas, pero en otras se conservarán porque Patrimonio cree que es la mejor opción. También se va aplicar la técnica del rigatino, un procedimiento que no repinta las obras, sino que aplicando un mínimo rallado permite observar a distancia como era la pieza en su estado original, mientras que al acercarse se percibe que la obra está restaurada.
Además de este tratamiento de la pintura es necesario desparasitar toda la madera del retablo, tratarla y recuperar los volúmenes perdidos. Con la restauración en pleno desarrollo, este párroco destaca la colaboración vecinal para recuperar las esculturas porque «es una obra muy meritoria para una parroquia tan pequeñita». Y no solo eso, ya que la recaudación se hizo en tiempo récord: «Tuvimos una primera reunión en septiembre del año pasado y en marzo ya se juntó el dinero», añade Dorelle, que cree que «la belleza de las obras de arte es uno de los cauces más hermosos para llegar a Dios», aunque es consciente de que no todas las ayudas recibidas lo fueron por fines religiosos, sino por preservar una obra de arte.