La Voz de Galicia

«Muchísima gente me criticó por quedarme, pero lo volvería a hacer»

Arzúa

M. G. REIGOSA santiago / la voz ala pívot del Santiago fútsal

El número 23 ya cuelga del pabellón de Sar. Deja un vacío, un legado y el deseo de regresar algún día

27 Apr 2016. Actualizado a las 16:29 h.

Llegó siendo juvenil y se va al Barça con rango de internacional. Pero más allá de sus éxitos deportivos, se va después de haber puesto de su parte cuanto estaba a su alcance para que el proyecto del Santiago Futsal siga vivo.

-¿Ya están metabolizadas las vivencias del viernes o todavía las sigue procesando?

-Las dos cosas. Tengo sensaciones que durarán toda la vida. Ni en mis mejores su sueños llegué a imaginar un día así.

-¿Qué sintió al ver que estaban izando la camiseta con su 23?

-Agradecimiento a toda la afición, no solo por el viernes, sino por todos los años. Cuando ves tu camiseta... Todavía no me lo creía bien. Menos mal que ya me había avisado Miguel. Quién me lo iba a decir.

-¿Recuerda aquel título de Copa con los juveniles en Granada? Ahí empezó todo.

-Sí. Era mi primera temporada. Estaba con Mon Barreiro en los juveniles. La primera vez que salíamos a competir fuera Santiago era esa, en Granada. Ganarle a aquel equipazo juvenil del Barça es otro de los grandes recuerdos.

-¿Diría que mantener la categoría esta temporada y sobrevivir a tantas vicisitudes es más que un título para el Santiago?

-Sin duda. Es muy importante mantener la categoría, y más como están yendo las cosas, con tantas dificultades. El equipo sigue, con problemas, año tras año. Le cuesta muchísimo, aunque saque la cabeza. Que la directiva luche tiene mucho mérito. Ojalá se haya dado el paso definitivo.

-¿Cómo recuerda el desplazamiento a Santa Coloma, y el partido, que pudo ser el penúltimo?

-Aquel partido... Recuerdo el final, todo el equipo vivió una emoción increíble. Sabíamos que el club estaba mal. Tratábamos de no pensar en eso. Yo viajé con problemas en los isquios, sin saber si podría jugar. En el calentamiento fue todo bien, sin problemas, y nos salió un partidazo.

-Aquel vestuario, nada más terminar... Seguro que daba para una crónica.

-Estábamos todos contentísimos. El resultado no se decidió hasta el final. Había lágrimas. Por el triunfo y por la incertidumbre. Estábamos en un gran momento, creíamos que podíamos hacer algo bonito esta temporada y no sabíamos si íbamos a seguir.

-Y luego la semana de Jaén. Peor que una agonía.

-Para mí fue la peor de estos ocho años. El partido fue diferente, muy complicado. Mirábamos a Santi, no nos podía decir nada. Hasta acabar no se sabía. Es el único momento que no querría recordar.

-De hecho, se fueron al vestuario convencidos de que había acabado una historia.

-Sí, nadie nos decía nada, Santi no tenía nada que decirnos. Dábamos por hecho el final.

-Y, de repente, confusión y alegría.

-Fuimos para el vestuario, bajó el presidente y nos dijo que habían surgido un par de cosas y que se iba a seguir. Luego Santi nos pidió que saliéramos, hubo rueda de prensa, no teníamos claro si íbamos a seguir, cuáles eran las condiciones... Luego, antes de la ducha, ya quedó toco claro.

-¿Cómo se sobrellevan la incertidumbre y los retrasos en los pagos?

-Es muy complicado. Entiendo al club, que le resulte muy difícil salir hacia delante. Y es de reconocer el trabajo de la directiva. Pero el vestuario se lleva lo suyo. Hay gente que se queda y renuncia a otras opciones, cada uno tiene su vida, hay que llegar a fin de mes... No es fácil.

-Y en esa tesitura, usted le dijo no al Inter. ¿Cuánta gente le preguntó si estaba loco?

-Muchísima gente me criticó por quedarme, también por haberme quedado cedido este año. Al final, lo único que les digo a todos es que, si se volviese a repetir la situación, lo volvería a hacer.

-Asumió un gran riesgo.

-Podría haber salido mal y haber perdido una opción única de ir a un grande. Tenía contrato con el club cuando no se sabía si iba a salir. Me considero persona de palabra, Santi habló conmigo, me dijo que era importante que me quedara. Ellos apostaron por mí cuando no era nadie. Tenía que devolverles el favor y la confianza. Sabía que iba a seguir creciendo, que estaba en el mejor sitio para eso, que no era aún el momento salir. Volví a ser internacional y fiché por el Barça. Al final resultó todo bien.

-¿Qué le dice a su hermano Daniel?

-Está muy contento por haber debutado. Muy feliz. Le digo que lo disfrute, que lo difícil no es llegar, es mantenerse. Que cada vez que Santi cuente con él, que lo dé todo.

-Haber coincidido con técnicos como Santi Valladares y Mon Barreiro ayuda.

-Lo hablo muchas veces con mi hermano y mis padres. Esto no le sucede a cualquiera. Mi progresión es gracias a los entrenadores. No todo el mundo tiene la suerte de trabajar con técnicos tan buenos como Mon y Santi. Y con Tomás, que también me enseñó la filosofía de este club.

-Aparte del trabajo, ¿cuál es la clave del éxito en el Santiago?

-Los valores que inculcan. Hablo de mi caso. Llegué en juveniles y me encontré con un club que también se ocupa de lo extradeportivo. Te forman como jugador y como persona. Es un club que parte de la defensa, del sacrifico, de las ganas de hacerlo bien. Te lo hacen ver.

-¿A qué se refiere con la extradeportivo?

-Llegué con 16 años, al siguiente ya me ofrecieron un piso y la manutención. Era la primera vez que salía de casa, de Arzúa. No sé cuántos jugadores se pierden en ese momento. Ellos son los que hacen que tengas la cabeza en su sitio, te hacen ver que esto puede ser un trabajo, que tengas la ilusión de llegar al primer equipo. Se preocupan por todo eso.

-De sus 77 goles, ¿con cuál se queda?

-Seguramente con el que dio la Supercopa. En ese momento no era muy consciente del valor de un título. Era mi primer año con el primer equipo.

-Ese por el significado. ¿Y por la factura?

-Quizás con uno de Burela. No soy un gran pegador, pero me salió un buen tiro exterior que entró por la escuadra.

-¿Se ve volviendo a vestir el número 23 en el Santiago?

-Espero que sí. Ahora lo que más deseo es que el club salga para arriba, que vuelva a pelear por play off y Copa, que encuentre la estabilidad.


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