Lugo-Santiago, récord en lentitud en España
Arzúa
La velocidad media entre ambas ciudades es la más baja de una capital provincial con su sede autonómica
13 Aug 2017. Actualizado a las 05:00 h.
Cuando se habla de la necesidad de terminar la autovía A-54, que unirá Lugo con Santiago, son varios los factores que lo demuestran. A la vez, se refleja la deuda histórica que tiene el Gobierno de España con ambas ciudades, a pesar de que desde la década de los noventa se viene prometiendo por los diferentes ministros que pasaron por Fomento la construcción de esta autovía.
Si se analizan los tiempos de viaje y las distancias que separan las capitales de provincia de toda España con respecto a las capitales de sus comunidades autónomas, la velocidad media entre Lugo y Santiago (en el viaje por la N-547 y los tramos abiertos de la A-54) es la más baja de todo el Estado, apenas 70,3 kilómetros por hora. El trayecto que se toma de referencia es entre las dos sedes de la Xunta (Ronda da Muralla y San Caetano), y son 102 kilómetros y una hora y 27 minutos de duración.
Que el viaje entre Lugo y Santiago sea a una marcha del siglo XX no hace más que impedir el desarrollo del eje central de Galicia. Ambas ciudades comparten una universidad, Santiago alberga el aeropuerto de referencia de la comunidad, varias rutas del Camino de Santiago unen a ambas capitales, numerosas empresas (especialmente del sector agroalimentario) de ambas provincias mantienen a diario contactos económicos, una autovía supone el acceso de Santiago a la A-6 y la Meseta y para Lugo el acceso a Barbanza y Rías Baixas, y, por ejemplo, en el futuro, el AVE que llegue de Madrid a Compostela estará más cerca para los lucenses.
La gran mayoría de las capitales provinciales de España están conectadas con sus capitales autonómicas a través de autovías o autopistas, lo que favorece que las medias de velocidad sean las propias del siglo XXI. Solo en el caso de Castilla y León existen tres ciudades que no tienen conexión rápida con su capital. Para circular de Segovia, Ávila y Soria a Valladolid hay que hacerlo por vías nacionales, pero las velocidades medias son muy superiores al de las dos urbes gallegas. A nadie se le escapa que el trazado por la Meseta es más llano y con menos núcleos que obligan a reducir la velocidad. Hay otro caso en España, la unión entre Toledo y Ciudad Real que no se puede hacer por una vía de alta capacidad y la media es de 79 por hora. Pero esa distancia las palían ambas ciudades con la rápida conexión a través de AVE.
Para circular de Lugo a Santiago existen cuatro trazados. Uno es el citado por la A-54 y la N-547, que tiene como mayor inconveniente que atraviesa núcleos de población que reducen la velocidad. El otro es emplear la A-6 y la N-634. Son 109 kilómetros y una hora y 25 minutos, a una media de 76 por hora. El gran inconveniente es la peligrosidad del trazado y el elevado número de vehículos pesados que la usan. La tercera opción es la A-6 y la AP-9. Son 135 kilómetros y un peaje de 5,65 euros. La cuarta opción es usar la autopista de Santiago a Ourense hasta Lalín y luego la N-640 por Monterroso hacia Lugo. Son 123 kilómetros pero una hora y 42 minutos de trayecto, con un peaje de 5,95 euros.
Según las previsiones de Fomento, hasta otoño del 2018 no se terminarán las obras de la A-54 de Arzúa a Lavacolla y a finales del 2021 entre Arzúa y Palas. Aún cuatro años a 70 por hora.