«Se puidera, gustaría de andar coa miña sachiña na horta»

El 20 de junio María Barreiro cumplirá 102 años. Reside en la parroquia de Maceda, en Melide. La cuidan dos hijas, Esther y Carmen, que se turnan. Ella come de todo. Toma un vasito de vino con la comida , «que tamén alimenta», dice; y un café al final. Y a veces, por la mañana, un ponche con huevo.

María do Campo, como la conoce el vecindario, trabajó mucho. «Se puidera, gustaría de andar coa miña sachiña na horta», dice. Tuvo cinco hijos, cuatro mujeres y un varón; y tiene nueve nietos y quince bisnietos. Quedó viuda hace 37 años, y hasta los 99 años vivió sola.

María Barreiro ha trabajado mucho: «Aínda que pasei as miñas, nunca dixen maldita sexa a miña sorte», afirmaba ayer, en su residencia.

El último invierno lo ha pasado en casa, al abrigo de la cocina de leña y con la compañía de la televisión. Pasa muchas horas antes la pequeña pantalla y nunca tiene prisa para irse a cama. Con el buen tiempo empieza a salir al exterior, pues le agrada pasearse por la huerta, y por la aldea.

Esta centenaria melidense disfruta de una buena salud. El único medicamento que consume es Ibuprofeno, para los dolores de rodilla, a causa de desgaste. Pero no ha tenido ningún ingreso hospitalario en su larga existencia.

María es una de las personas que hacen de Melide, a pesar sus poco más de 7.000 habitantes, uno de los municipios de mayor longevidad de España.

melide MARÍA BARREIRO, 101 años