El exceso de limitaciones de velocidad en el vial N-547 confunde a los usuarios

«É insufrible e non so porque aumentou de dez a vinte minutos o tempo da viaxe, tamén porque en moitos tramos non se sabe a que velocidade hai que ir porque está saturada de sinais». Son palabras de un usuario de la carretera Lugo-Santiago, la N-547, hablando de las restricciones adoptadas por el Ministerio de Fomento para preservar la seguridad de los peregrinos en el vial nacional, donde la velocidad máxima se ha establecido en 70 kilómetros por hora. Solo en los 42 kilómetros que separan Melide del enlace en O Pino de la autovía de Lavacolla, la A-54, se cuentan 32 señales con esa limitación, tal y como se hacen eco desde la asociación de empresarios de la comarca melidense, Asetem, en un escrito trasladado a Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia para que revisen la nueva señalización ante los perjuicios que está generando a los sectores de actividad de la economía local.

Pone sobre aviso un vecino de Melide con un negocio situado en el travesía urbana que dibuja el vial Lugo-Santiago a su paso por la localidad. Podría ser igualmente de Arzúa o de O Pino, los otros dos núcleos de población de la provincia que tienen en la N-547 su principal vía de comunicación. El empresario melidense teme que la nueva limitación de velocidad en la carretera nacional acabe convirtiendo en una costumbre tomar alternativas viarias como la N-634, que se coge en la rotonda de acceso a la autovía A-54 en O Pino. «Teño moitos clientes que optan por facer o traxecto Santiago-Lugo por arriba», cuenta para advertir del «prexuízo económico» que causaría el que Melide dejarse de ser lugar de parada en el trayecto por la nacional N-547. En ese sentido, considera la nueva señalización un obstáculo para consolidar la localidad como un destino turístico de cercanía para los fines de semana. Además, «tamén nos distancia a nós de Santiago» y eso -explica- «non ten moito sentido» al ser la ciudad de referencia.