Alumnos de inglés del IES de Melide cocinan por los enfermos de ELA
Melide
Elaboran un recetario en gallego y en la lengua anglosajona, y lo ponen a la venta para recaudar fondos para investigar esa dolencia degenerativa
22 Dec 2024. Actualizado a las 05:05 h.
«Crecemos vendo como a nosa avoa se quedaba paralizada de todo o corpo, e, despois, o mesmo co noso avó», cuenta Xiana Filloy. Tiene 13 años, uno más que Xosé , su hermano. Los dos sobrellevaron con amor y dedicación la dureza de ver cómo a Edilia y a Suso, sus abuelos paternos, la vida los asfixiaba sin remedio. «E non podes facer nada», prosigue Xiana. Desconoce qué dolencia aquejó a sus abuelos en sus últimos años de vida, pero el deterioro que sufrieron le sirve para hacerse una idea del extraordinario y admirable coraje con el que caminan a contramarcha los pacientes diagnosticados de ELA. A empatizar con la adversidad del prójimo aprendieron Xiana, Xosé, y una treintena de alumnos más del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) de Melide, de la mano de Dolores Rodríguez Pazo, que, en una inédita acción solidaria en el centro educativo, promovió la creación de un recetario para recaudar fondos para la investigación de esa enfermedad degenerativa, a través de la Asociación Galega de Esclerose Lateral Amiotrófica (Agaela).
«Lo hicieron todo ellos»
La «crueldad» de la enfermedad, el impacto emocional que le genera conocer casos cercanos, y la necesidad que considera aún existe de darle visibilidad motivaron a esta profesora de inglés del IES melidense a impulsar la iniciativa, materializada en una publicación a color con veinte recetas, cada una de ellas presentadas en gallego y en inglés, y acompañadas de fotografías del plato cocinado y de los alumnos en plena faena. Cuenta la docente que «lo hicieron todo ellos: compraron los ingredientes, elaboraron el plato, y escribieron la receta en los dos idiomas. Yo, que les di carta libre, lo único que hice fue corregir».
Desde este sábado, está a la venta en tres librerías de Melide (Cousas, Parrado y Victorio ), el recetario solidario, para el que Dolores Rodríguez consiguió implicar no solo a sus alumnos de Formación Profesional. También a estudiantes de primaria y de secundaria. Todos ellos, se lanzaron a participar en el proyecto «de cabeza», subraya la profesora de Inglés, que insiste en poner en valor la implicación del alumnado, porque colaboraron «sin gratificación académica alguna». Lo que sí recibieron fueron felicitaciones y la satisfacción personal de comprobar los resultados del esfuerzo y del trabajo bien hecho. La publicación, de la que se editaron 200 copias, llegó este viernes al centro, y con mucho entusiasmo la miraron y remiraron estudiantes que, como Anxo Valcárcel y Daniel Martínez, también participaron en su elaboración. Estos dos melidenses, amigos, y compañeros de primer curso de bachillerato, confiesan que son unos apasionados de la cocina, pero la iniciativa les gustó «sobre todo, porque es para ayudar». Para ayudar y para «alimentar as esperanzas dos que dalgún xeito sofren os efectos da ELA, doentes e acompañantes», como escribió, y con gran acierto, Dolores Rodríguez en el prólogo de la publicación, con recetas de postres, pasta, ensaladas, carnes, y de, por supuesto, manjares de la gastronomía gallega; de dos, en concreto: caldo y filloas.
Con maquetación de la diseñadora gráfica Caridad Rodríguez, que también aportó su grano de arena de manera altruista, el recetario con fines benéficos recibió el respaldo de la dirección del IES melidense, desde la que Noelia Cendán subraya que la iniciativa encaja en los objetivos que trabajan en el centro a través de los llamados contratos-programa de la Consellería de Educación. Cendán, vicedirectora del instituto, indica, al respecto, que «fomenta a convivencia positiva e a igualdade de oportunidades; neste caso, para a xente que ten este tipo de enfermidades». Además, la publicación responde, sostiene, «á liña temática deste centro educativo, que é a interdisciplinariedade», ya que, explica, «aquí coinciden varias linguas, e foméntanse moitas outras cousas máis aló do meramente didáctico, porque os nenos, ademais de aprender inglés na aula, poden levalo á práctica, poden vivilo cunha iniciativa e cun obxectivo que os motiva e poden traballar en equipo, ademais de ser partícipes do fomento da convivencia, que é o bonito deste centro».