La Voz de Galicia

El galo piñeiro amplía horizontes

Negreira

domingos sampedro domingos sampedro santiago / la voz feria agroalimentaria

Criadores de Asturias optaron al concurso de ejemplares vivos, que dejó primeros premios en Moaña, O Corgo y Negreira

06 Aug 2018. Actualizado a las 05:10 h.

Cresta caída, pecho ancho y un plumaje tornasolado que va del negro al rojizo. Estas son las credenciales de la raza piñeira, del gallo, porque la gallina es muy diferente, de tonos más asalmonados. Pero lo que de verdad distingue a esta variedad autóctona es la crianza en semilibertad y la alta calidad de su carne, con un sabor similar al faisán. En el municipio de O Pino dieron ayer buena de cuenta de ello con los 400 kilos de este producto repartidos en la degustación gratuita y otros tantos servidos poco después en el xantar popular de una feria agroalimentaria que amplió horizontes a criadores llegados desde las provincias de Pontevedra, Lugo y el Principado de Asturias.

Miles de personas, entre vecinos, peregrinos y visitantes, desafiaron ayer los rayos de sol que cayeron a plomo sobre la localidad de Arca, en O Pino, para participar en la XIX Festa do Galo Piñeiro o en la Feira Celta y la Mostra Cabalar que se celebraron en paralelo y en las que se entrelazan gaiteiros, cabezudos y zancudos para amenizar el ambiente, junto a la charanga NBA.

Uno de los actos centrales de la celebración agroalimentaria es el concurso de ejemplares vivos de la variedad piñeira, concebido para ayudar a recuperar esta raza que hace solo dos décadas estuvo a punto de desaparecer. Y si el año pasado los principales premios quedaban en casa, en los corrales de la familia Magadán, del lugar de Salceda, esta vez volaron un poco más lejos, prueba de que la exaltación está trascendiendo el ámbito local.

 

Ejemplares vivos

La ganadora de la categoría galo piñeiro fue Lara Paredes, de Moaña (Pontevedra), el segundo premio fue a parar a Miguel Neira, de O Corgo (Lugo) y el tercero para la familia Magadán. En la categoría de gallina, el primer galardón fue para los criadores de O Corgo, el segundo para los de Moaña y el tercero lo recibieron Carlos y Lucas Magadán, que acudieron al concurso con cinco machos y cinco hembras, aunque señalan que sufrieron «algunha pequena penalización» por unas manchas que tenía algún ejemplar bajo la orejilla.

También concursó la variedad galo de corral, en la que se impuso el criador Benjamín Camiño Blanco, del municipio de Negreira, con Carmen Álvarez Rosales, de Redondela (Pontevedra), como subcampeona.

Una variedad que está pendiente aún del reconocimiento como raza autóctona gallega

Buena parte del trabajo está ya hecho. Veterinarios como Jesús García Rodríguez, y otros, tipificaron debidamente la variedad del galo piñeiro, con sus características estándar, pero esta raza que se presupone de origen celta todavía están pendiente de recibir el espaldarazo que supondría su reconocimiento como raza autóctona gallega. El alcalde de O Pino, Manuel Taboada, hizo numerosas gestiones en esta dirección y lo que hace 19 años empezó como una modesta fiesta de exaltación gastronómica se tornó al cambio del tiempo en una auténtica feria agroalimentaria en la que cada vez participan más criadores llegados incluso de fuera de Galicia.

Las gestiones impulsadas desde el Concello de O Pino continúan, para que del mismo modo que están reconocidas seis razas de vaca gallega, como la cachena, la caldelá o la limiá, o cuatro de perro, como el can de palleiro, el galo piñeiro se pueda sumar a la que todavía es la única raza avícola gallega: la galiña de Mos.

 

Enganches y carruajes

El delegado territorial de la Xunta, Ovidio Rodeiro, comprometió ayer el apoyo de Medio Rural en esta tarea para «que non se perdan razas seculares da nosa terra en favor doutras foráneas de máis produción». Pero el reconocimiento sigue pendiente. Lo que sí ya logró O Pino es que la prueba de enganches y carruajes, puntuable para el campeonato gallego, celebrada en el marco de la Mostra Cabalar, tenga en las ediciones sucesivas sede fija en este municipio.


Comentar