«Vai haber que contratar vixilancia privada», afirman en el taller de Padrón al que intentaron robar

A los robos de material que están sufriendo empresas de Padrón y de su entorno se suman, en las dos últimas semanas, otros tentativas en el taller Sportcars de Padrón, situado en la avenida de la Estación, a un lado de la vía AC-242 y en pleno casco urbano. Así, la semana pasada, intentaron robarle dos vehículos estacionados en el exterior del taller, donde solo dejan los averiados y ello fue lo que evitó que fuesen sustraídos, según contó ayer José Souto, titular del negocio. El individuo (lo tienen identificado porque el taller tiene cámaras) rompió cables para tratar de encender lo coches, sin éxito.

No satisfecho con ello, en la madrugada del pasado miércoles intentó robar combustible de los vehículos estacionados en el exterior. El chófer de un camión de una empresa de aluminio de la comarca vio al individuo con dos garrafas junto a los coches y avisó a José Souto. Era sobre la una de la madrugada. Se levantó de la cama y, tras avisar a su padre y a su hermano, se marchó al taller, a donde llegó primero el chapista. El ladrón echó a correr hacia las fincas próximas al canal del río Sar, dejando atrás el teléfono móvil. Fueron detrás de él y lograron alcanzarlo junto a la Casa de Rosalía. «Chamamos á Garda Civil e, mentres non chegou a patrulla de Noia, fixemos nós de gardiáns», relata José Souto. Cuando alcanzaron al ladrón, le pidieron que vaciara los bolsillos y sacó un «pincho grande», explica el titular del taller que, en los dos casos, presentó denuncia por los hechos.

«A este paso vai haber que contratar vixilancia privada», añade el titular del taller quien pide, al igual que hicieron empresas afectadas por robos de material, que se incremente la vigilancia policial, sea de la Policía Local, de la Guardia Civil o de ambos cuerpos de seguridad. «Bótase en falta un pouco máis de vixilancia», asegura el titular del taller, quien está convencido de que, sabiendo que esa vigilancia existe y es efectiva, algunos se pensarían un poco lo de intentar robar. En su caso, asegura, es siempre la misma persona y, además, es del municipio, por lo que dice que «hai que estar sempre pendentes do que poida pasar». Más vigilancia, pero también más agilidad en los procedimientos judiciales. Eso es lo que piden unos y otros afectados de modo que, por un lado, no tengan que ser ellos mismos quienes se vean obligados a vigilar sus instalaciones y, por otro, que las denuncias no se eternicen en los juzgados de instrucción, hasta el punto de que se tarde seis meses en llamar a declarar a una persona, como ya tiene sucedido, señalan en un caso.