Los 65 migrantes acogidos en Padrón «vienen con unas ganas de trabajar increíbles»
Padrón
En su mayoría proceden de Mali y tienen entre 20 y 25 años
18 Dec 2024. Actualizado a las 21:31 h.
Un grupo de 65 personas migrantes, con solicitud de protección internacional admitida por el Gobierno español, han llegado esta tarde a Padrón, concello que entra en el sistema español de acogida. Así, un albergue de peregrinos de este municipio funcionará durante seis meses como de centro de acogida de personas solicitantes de protección internacional, gestionado por la ONG Rescate España. Carlos Echanove, director de la organización, ha informado en una charla abierta al público de las condiciones de acogida de las personas solicitantes de asilo que, en su mayoría, proceden de Mali y algunos de otras zonas en conflicto de Senegal, Mauritania o del sur de Marruecos, entre otros. Son hombres de entre 20 y 25 años que, según ha recalcado, «quieren trabajar. Vienen con unas ganas de trabajar increíbles», ha dicho el representante de la ONG. Pero lo primero, ha precisado, «tienen que aprender español cuanto antes y lo mejor que puedan,» para que los trabajadores sociales y técnicos de inserción laboral puedan saber que competencias tienen y buscarle un empleo. La mayoría procede de zonas de campo y pesca.
Todos llevan en España de dos a cuatro meses y «son chavales extraordinarios y muy disciplinados, que quieren trabajar para ayudar a sus familias», ha asegurado Carlos Echanove, en alusión a que, pese a su juventud, tienen mujer e hijos en sus países de origen. «Respetan la autoridad y la edad más que en nuestra cultura y tienen miedo a salir del sistema de acogida por no poder trabajar y ayudar a sus familias ya que, además, llegan con deudas contraídas de escapar de su país», ha revelado el representante de la organización Rescate.
Para su acogida en el centro humanitario de Padrón, la ONG cuenta con 12 empleados a tiempo completo, entre los que están trabajadores sociales, un técnico de inserción laboral, profesor de español, psicólogos y juristas, entre otros.
En la charla, celebrada en el local social de la parroquia de Cruces en la que se sitúa el centro de acogida y a la que han asistido vecinos de la zona pero también de otro municipio, el alcalde padronés, Anxo Arca, ha contado que, desde el momento que se hizo pública la llegada a Padrón de las personas migrantes, varias empresas le han trasladado al Concello su interés por contratarlos para trabajar, hasta el punto de que una le preguntó cuánto podrían tardar en tener el carné de camión.
El regidor ha explicado que, para Padrón, la llegada de las personas migrantes hay que verla como una oportunidad para tener trabajadores en una comarca que tiene falta de mano de obra en varios sectores, como la industria, la construcción o incluso el cultivo del pimiento, ha mencionado, lo que supone echar abajo las falsas afirmaciones de que «veñen a roubar o traballo aos de aquí», ha contado. Anxo Arca también ha señalado la posibilidad de ganar nuevos vecinos en un municipio que los pierde, al igual que los limítrofes, una vez que las personas migrantes tienen que estar empadronadas en el municipio de acogida. Por ello, el regidor ha ofrecido toda la colaboración del Concello para facilitar su integración, algo que también ha pedido a los vecinos que hagan, para darles la misma oportunidad que en el pasado tuvieron muchos gallegos que emigraron, ha concluido.
A ello, precisamente, se ha referido también el director de la ONG Rescate España, que ha manifestado su alegría por la «extraordinaria acogida» que están teniendo las personas migrantes en Galicia, quizás por ser tierra de emigrantes, ha dicho Carlos Echanove, quien ha insistido en que «son personas legales que tienen su NIE (Número de Identidad de Extranjero)». Esta misma organización gestiona el centro de acogida del municipio vecino de Valga, al que también acaba de llegar un grupo de personas solicitantes de asilo.
Varias vecinas presentes en la charla han deseado que «oxalá estean a gusto aquí e decidan quedarse porque necesitamos xente».