Condenada la presidenta de una asociación de defensa de la mujer de Santiago por acosar a la pareja de su exmarido
Santiago ciudad
Presionó e intimidó con llamadas y mensajes a la novia del que fue su esposo, al que también suplantó en una red social
15 May 2021. Actualizado a las 22:12 h.
La presidenta de la asociación de defensa de la mujer Sella Libertad, de nacionalidad peruana y residente en Santiago, ha sido condenada por acoso. Paradójicamente, la víctima no es un hombre, sino otra mujer. Concretamente, la actual pareja del que fue su marido y del que está divorciada desde septiembre del 2019. La entidad, cuya página web no está operativa pero que tiene perfil activo en la red social Facebook, se autodefine como una entidad «de ayuda para víctimas de violencia de género», aunque cuenta con poca presencia más allá de la de Internet.
La presidenta de Sella Libertad se declaró culpable y admitió los hechos, lo que hizo que tanto la Fiscalía como la acusación particular —que ejercía la víctima— aceptasen rebajar las penas que inicialmente le solicitaban. Finalmente, su condena es de seis meses de prisión, que no tendrá que cumplir porque se le ha suspendido la pena durante tres años, plazo en el que no podrá volver a delinquir. Tampoco podrá abandonar el tratamiento que sigue en el Instituto de Investigación y Tratamiento del Trauma y los Trastornos de la Personalidad (Intra-TP), que tiene una de sus sedes en Santiago.
Además, la sentencia le prohíbe aproximarse a menos de 200 metros de la actual pareja de su exmarido durante un año y medio, período en el que tampoco podrá comunicarse con ella mediante ningún medio. Inicialmente, la Fiscalía le pedía diez meses de cárcel y 2.500 euros de indemnización por daños morales a la víctima, que la acusación particular elevaba a 18 meses de prisión y 10.000 euros de compensación.
La víctima, sin embargo, renunció a percibir ningún dinero a cambio de que se le impusiese la máxima orden de alejamiento y comunicación posible, ya que asegura estar viviendo un auténtico infierno por el acoso al que ha sido sometida por la responsable de la asociación Sella.
La mujer conoció al que en aquel momento era aún marido de la condenada, aunque ya estaban separados, a principios del 2018. Entablaron una relación que aún se mantiene y el hombre se divorció de la acusada en septiembre del 2019. La sentencia señala en sus hechos probados que cuando la presidenta de Sella Libertad «tuvo conocimiento de la relación, guiada con el ánimo de interferir en la misma y de atentar contra la determinación de [la víctima] de continuar con ella, en el mes de mayo del 2018 comenzó a presionarla e intimidarla, de manera reiterada, a través de distintos medios, persistiendo en su conducta al menos hasta enero del 2019».
Lo que se ha declarado probado en el juzgado y que ha reconocido la propia acusada difiere mucho del perfil de una mujer maltratada, que es como ella se presenta. No es ya que ningún juzgado haya condenado jamás a su exmarido por violencia machista, es que ahora queda claro que es ella la que les persigue tanto a él como a su nueva pareja.
Así, «realizó de día y de noche diversas llamadas telefónicas de forma insistente» al teléfono de la pareja de su ex, ya fuese su móvil o el fijo de la casa en el que residía con su madre. Además, le envió «múltiples mensajes de WhatsApp en los cuales denigraba» tanto a su exmarido como a su novia «por continuar siendo su pareja, amenazando con males en su relación, adjuntando fotografías, capturas de pantalla y mensajes de ella» con su ex.
También creó un grupo de WhatsApp denominado «no hay mentira perfecta» al que añadió a la mujer y a su exmarido «y al que envió numerosos mensajes con el fin de interferir y poner fin a la relación que mantenían». Llegó incluso a crear un perfil falso en Facebook del que fue su esposo «en el que colgó fotografías y comentarios falsos» que afectaban tanto a su ex y su actual pareja como a sus familias.
A consecuencia del acoso, la mujer comenzó a sentir miedo y alteró sus hábitos cotidianos de vida. «No salía sola a la calle, siendo acompañada por su madre» y ahora, señala la sentencia, «sufre estrés agudo, ansiedad reactiva, insomnio de mantenimiento y estado de hiperalerta e hipervigilancia constante».
La acusada tiene otras dos causas pendientes
Además de este caso por el que ya ha sido condenada, la presidenta de la asociación Sella Libertad tiene otras dos causas aún pendientes en juzgados de Ourense y Lugo. Una en la que la denunciante es nuevamente la actual pareja de su exmarido y otra en la que el que formula la querella es el hombre. Ambas son por acoso y por revelación de secreto.