«After Life», del nihilismo existencial a la luz en seis capítulos
Plata o plomo
La serie británica de Ricky Gervais presenta un duelo lleno de amargura y humor negro , pero también con esperanza
27 Mar 2019. Actualizado a las 16:37 h.
El visionado de After Life reconforta. Esta tragicomedia disponible en Netflix, que se recrea en la tristeza y el humor negro de un modo harto desconcertante, tiene la habilidad de enganchar poco a poco y dar mucho más de lo que inicialmente promete. La empatía y el rechazo que genera su protagonista es un zigzag que Ricky Gervais maneja con maestría, mientras el espectador alterna la sonrisa con el espanto.
Tony, un periodista de un pequeño diario gratuito que se acaba de quedar viudo, es el protagonista. Se siente víctima de una fatal jugada del destino. Lo paga con todos los que le rodean, haciendo comentarios crueles mientras observa impasible las reacciones que despierta. La vida para él es un suceder de días grises en los que se alterna su soledad, las visitas a la residencia en la que está su padre, enfermo de alzhéimer, y los reportajes a personajes de lo más variopinto. Estos quieren salir en el periódico a cualquier precio, aunque sea mostrando habilidades tan insólitas como soplar dos flautas con la nariz.
Pero hay un elenco de personajes secundarios a lo filme de Frank Capra que dan luz. Iluminan el sombrío mundo de un Tony en duelo, que coquetea con el suicidio mientras ve compulsivamente vídeos de su mujer. Desde ese segundo plano esas personas aparentemente insignificantes adquieren una importancia capital en esta serie, que al final se revela como una pequeña joya.
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Inglaterra, 2019
Director: Ricky Gervais
Protagonistas: Ricky Gervais, Jo Hartley, Tony Way, Ashley Jensen, Tom Basden