«La maldición de Bly Manor»: Antología de casas encantadas a la sombra de Hill House

Hace dos años que La maldición de Hill House cautivó a los aficionados a las series con el terror y la nostalgia de la historia de la familia Crain y las heridas emocionales que arrastraban como cadenas fantasmagóricas por los pasillos de su aterradora mansión. Netflix ha vencido la tentación de estirar una serie redonda y casi perfecta con una segunda temporada que poco más podía aportar. Pero la ha convertido en el origen de una antología sobre casas embrujadas que el próximo 9 de octubre regresa a la plataforma con una nueva entrega de nueve episodios que, al igual que la primera, es obra de Mike Flanagan.

La maldición de Bly Manor bebe de la literatura gótica tanto como su predecesora. Si Hill House nació en realidad de la pluma de la escritora Shirley Jackson, esta otra ficción está inspirada en la novela Otra vuelta de tuerca, de Henry James, aunque la adaptación televisiva es una propuesta diferente, que se ha nutrido con elementos de otras historias y está ambientada en Inglaterra en los años 80. Henry Wingrave (interpretado de nuevo por Henry Thomas, como el patriarca de los Crain) contrata a una joven profesora americana (Victoria Pedretti) para cuidar de sus sobrinos huérfanos después de la muerte de una au pair en trágicas circunstancias. Los pequeños viven en la mansión Bly junto con el cocinero, la jardinera y el ama de llaves. Juntos componen una extraña familia a la que contemplan varios siglos de oscuros secretos y los vínculos irrompibles entre el pasado y el presente.