Las claves del éxito incuestionable de las series sobre médicos en televisión
Plata o plomo
Las ficciones mezclan casos procedimentales con las relaciones personales
14 Dec 2024. Actualizado a las 09:06 h.
¿Por qué siguen triunfando las series de médicos en televisión? Mientras leen esta cuestión, seguramente vengan a la mente de muchos las sintonías de ficciones clásicas e inolvidables donde la trama principal o todas ellas, giraban en un entorno sanitario. Médico de familia, Doctor en los Alpes, Urgencias, Hospital central, Doctor Mateo, Anatomía de Grey o la reciente Respira, sin olvidarse de uno de los estrenos más esperados de la temporada seriéfila: Doctor Odyssey. La trama que protagoniza Joshua Jackson da vida a un médico (por supuesto) que atiende a los pacientes de un crucero de lujo.
Las ficciones sobre hospitales son como las de policías o investigaciones, siempre se dejan ver, en cualquier momento o lugar. De ellas están llenas las parrillas de muchas cadenas de la TDT, como Nova, Atreseries o Divinity, entre otras. Cierto es que la temática es muy variada, desde el doctor rural, que tiene una atención muy personalizada con sus pacientes, hasta los frenéticos quirófanos de un gran hospital, todos comparten el mismo secreto: «La lucha por la vida».
Así lo explica Gonzalo Toledano Rodríguez de la Pica, profesor del Máster Universitario en Creación de Guiones Audiovisuales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y que trabajó como guionista en la inolvidable Hospital Central, emitida en Telecinco.
«Esa lucha por la vida está presente en todas las series médicas. Luego también lo que es el procedimiento. Diagnosticar no deja de ser como una investigación policial. Tienes un caso, tienes que hacer varias pruebas y luego deducir qué tiene el paciente. Eso siempre funciona», añade.
Y da un ingrediente más para la fórmula mágica de las ficciones médicas: «Los personajes». «Los médicos son como héroes, son una especie como de semidioses que te salvan la vida».
La guinda del pastel sería para él el propio escenario, en este caso, el centro médico o el hospital. «Aunque cuando acudimos a un hospital lo vemos todo como muy aséptico y nos sentimos extraños, un médico se pasa más horas allí que en su casa», explica.
Las relaciones entre ellos «son muy fuertes», comenta, y eso también da juego a los propios creadores. «Aquí no te hacen falta la casa de los médicos, porque ellos prácticamente viven allí». Los argumentos puede centrarse más en el ámbito médico, en intentar curar a un paciente, en la propia historia humana que hay detrás y en otras «ir más hacia un culebrón de lo que pasa entre los trabajadores», aunque la mayoría meten en la coctelera las dos partes.
Este es el caso de Dr. Odyssey, recién estrenada, o Anatomía de Grey, una de las más longevas. Aunque el escenario no es el mismo, la primera es en un barco y la otra en un gran hospital, en ambas se entrelazan los casos médicos con las relaciones interpersonales. Incluso en ocasiones los sanitarios se convierten en pacientes.
Gonzalo Toledano Rodríguez de la Pica recuerda una analogía interesante entre las series propiamente procedimentales y las de temática médica. «House tiene muchas cosas de Sherlock Holmes, abundantes guiños a este detective. House es un Sherlock Holmes en médico. Uno era drogadicto y el otro es adicto a la codeína. A los dos les gustaba la música. Sherlock Holmes tenía a su compañero el doctor Watson. House tiene al doctor Wilson. Es un caso médico, pero que sigue un procedimiento casi policial».
«La otra opción es centrar las tramas en las relaciones afectivas o hacer un equilibrio entre esas dos, que es lo más usual en las series médicas», reconoce. En el caso de Anatomía de Grey, añade, «es una comedia casi romántica dentro de un hospital, pero con la tensión de que llega un paciente y se te puede morir. A la vez que tienes que salvarlo a él, has que arreglar tu noviazgo, o tus relaciones familiares», concluye.