España apoyará la creación de un santuario de ballenas en el Pacífico Sur
Sociedad
La abstención de varios países pone en peligro la aprobación de la medida El futuro de muchas ballenas se juega hoy en Adelaida (Australia), donde se reúne la Comisión Ballenera Internacional. Por un lado, Japón y Noruega quieren levantar la prohibición contra la caza comercial de cetáceos. Una medida que además no respetan: cazan unos 1.300 ejemplares al año. En el otro bando, los países conservacionistas desean crear una reserva para estos animales en el Pacífico Sur. España se unió a última hora a este grupo, tras coquetear con una abstención que podría decidir en sentido contrario.
03 Jul 2000. Actualizado a las 07:00 h.
Hoy se decide la creación de un santuario para la ballenas en el sur del Oceáno Pacífico. La propuesta parte de Australia y Nueva Zelanda, y necesita el apoyo de tres cuartos de los cuarenta miembros de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Corre el peligro de no prosperar, debido a la abstención de seis países, de los que se ha desmarcado España a pocas horas de la votación. Hasta ahora existen santuarios en el Oceáno Índico y en el Glacial Antártico, con lo que los cetáceos están protegidos en su zona de alimentación. Ahora se pretende protegerlos también en las zonas de cría del sur del Pacífico, donde las ballenas migratorias pasan el verano austral. Y donde los pescadores japoneses realizan gran parte se sus capturas. Así que Japón y Noruega, los países balleneros, se oponen a la nueva reserva marina, con el apoyo de seis países caribeños. Voto decisivo En esta situación, cada voto es fundamental para el futuro de la ballena minke, la especie más perseguida. Países como Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia apoyaron decididamente la creación del santuario. Sin embargo, España se mostró dubitativa. La alarma saltó en las organizaciones ecologistas. Desde Greenpeace y Adena se exigió al Gobierno que continuara en su tradicional posición a favor de la conservación de los gigantes marinos. En el Ministerio de Agricultura y Pesca se pensaba en la abstención para «aliviar tensiones dentro de la CBI». Una mala excusa, según los ecologistas. Al final, España vota sí a las ballenas.