La Voz de Galicia

Colectivos católicos gallegos apoyan la campaña anti «topless»

Sociedad

Nacho Mirás santiago

Los nudistas creen que el problema está «en el ojo del que mira» La iniciativa tacha de «exhibición obscena» tomar el sol al natural en playas y piscinas

10 Aug 2004. Actualizado a las 07:00 h.

La campaña dada a conocer en Santiago para reclamar «la delimitación de espacios en las playas, piscinas públicas y zonas de esparcimiento anexas para uso familiar en unas condiciones de respeto y amparo de la infancia» es algo más que una iniciativa aislada surgida en una sacristía. Bien al contrario, la recogida de firmas contra el topless y el nudismo a la vista de todo el mundo forma parte de un proyecto a nivel nacional. Sus artífices se agrupan bajo las siglas de su portal de internet, www.playasfamiliares.org y, además del eco de algunos párrocos, ha encontrado la respuesta de otras muchas entidades. Adhesiones Apoyan explícitamente la idea el Instituto de Política Familiar, Educación y Familia, la Asociación Galega de Familias Numerosas, el Centro Jurídico Tomás Moro, el Centro de Educación Familiar Valdomar de Vigo, la Asociación de Ayuda a la Vida de Vigo, el Movimiento en Defensa de la Vida Nova Invicta y el Centro de Estudios y Orientación Familiar de Tenerife. El portal www.hazteoir.org es el núcleo de ésta y otras muchas campañas reivindicativas. Todas las entidades comparten su carácter católico. La parte gallega de la campaña, que se difunde a través de Internet y que ha comenzado a llegar a las parroquias, se centra en la práctica totalidad de playas de la comunidad: desde Vigo, Sanxenxo o Nigrán a Laxe, Mugardos o Carnota. Pero como es una iniciativa abierta, también las piscinas municipales son objetivo de unas duras instancias que llegan a tachar de «exhibición obscena» el nudismo. Tal consideración queda reflejada en el tercer punto del argumentario de la carta que se dirigirá a los alcaldes, y que cita el Código Penal en los siguientes términos: «El que ejecutare o hiciere ejecutar a otra persona actos de exhibición obscena ante menores de edad o incapaces, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de seis a doce meses». Nudistas consultados califican de «barbaridad», «manipulación», «criminalización» e incluso «práctica inquisitorial hecha a mala fe» relacionar el hecho de que una persona tome el sol desnuda con un acto obsceno, más inexplicable aún en el caso del topless. «El problema está en la cabeza de quien ve el cuerpo humano al natural como algo obsceno, en el ojo del que mira», dice una de estas personas antes de preguntarse: «¿Qué hay más antinatural que unos trocitos de tela pequeños y ridículos tapando lo que todo el mundo sabe que hay?».


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