Warren y Elton comparten premio

Los premios anuales del Kennedy Center, en Washington, acogieron en la noche del domingo el encuentro en la cumbre de dos grandes del mundo del espectáculo: el galán y actor Warren Beaty y el excéntrico cantante británico Elton John. Estos premios celebran la contribución a la cultura americana a través de las artes y reúnen a los galardonados en una cena de gala con Colin Powell en el mismísimo Departamento de Estado. También fueron distinguidos los actores, guionistas y productores Ossie Davis y Ruby Dee, que son también marido y mujer; la soprano Joan Sutherland y el director y compositor John Williams. Los periodistas coruñeses se quedaron sin puente. Ayer tuvieron que madrugar porque su asociación de la prensa, que hoy celebra su primer centenario, los convocó a una ofrenda floral ante el busto de uno de los fundadores de la entidad, Wenceslao Fernández Flórez, en la Plaza do Humor de A Coruña. Hubo muchos veteranos y también jóvenes plumillas que hicieron extensivo el homenaje a otro mítico periodista con busto en la plaza, Julio Camba. El secretario de la fundación que conserva viva la memoria del autor de El bosque animado , animó a todos los periodistas a seguir el ejemplo del homenajeado. Y el presidente de la asociación de la prensa, Manuel González, anunció que en breve se inaugurará una exposición conmemorativa de sus cien años. Con gazapos periodísticos incluidos. Al ministro británico del Interior, David Blunkett, la cosa se le está poniendo cada vez más oscura. Ahora, Kimberly Quinn, su ex amante, quiere testificar en la investigación sobre las acusaciones de abuso de función que obran contra él, según decía ayer el diario Sunday Telegraph . Kimberly Quinn, de 44 años, directora de la revista The Spectator, ha escrito a Sir Alan Budd, encargado de la investigación sobre el ministro. Blunkett es sospechoso de haber intercedido en 2003 para acelerar la expedición de un visado de estancia permanente en el Reino Unido para la ex criada de Quinn, Leoncia Casalme. Pero no es ésa la única preocupación de Blunkett. Ayer, varios diarios británicos informaban de otra supuesta relación sentimental del político laborista, invidente desde la niñez, con otra mujer, casi veinte años más joven, que trabajaba en su despacho y vivía con un funcionario del Gobierno. Algo que, por otra, parte, sólo forma parte de su vida privada mientras no se demuestre lo contrario. Ya que la guerra en Irak no tiene remedio, intentemos ver por un instante un aspecto positivo. Sé que es casi imposible, pero voy a ayudarles: el amor. Como el de la historia protagonizada por la soldado ecuatoriana al servicio de Estados Unidos Jeimmy Martínez, de 21 años, y de su compañero de armas Enesi Tuufuli, hawaiano de la misma edad. Ambos se conocieron hace más de año y medio en una base militar en Alemania, donde ella trabajaba como mecánica de generadores y él, arreglando armas. Cuando llegó el día de ir a Irak, en enero pasado, la relación era tan evidente que sus superiores aprobaron asignarlos al mismo cuartel. En medio de arena y bombas su amor se consolidó, por lo que decidieron comprometerse regalándose sendos anillos de plata. Esta semana se casaron de verdad en Miami, y partieron de nuevo al frente convertidos ya en marido y mujer.