La Voz de Galicia

Cien infectados por segundo

Sociedad

Jorge Manzanares Arias redacción/la voz.

Ni la mujer del ex primer ministro británico, Gordon Brown, se libró ayer del ataque informático a la red social Twitter

22 Sep 2010. Actualizado a las 02:00 h.

Los usuarios de la red social Twitter tuvieron ayer su particular pandemia informática. Un gusano (así se conoce a los virus capaces de duplicarse) con el nombre de Rainbow causó estragos durante casi toda la mañana. El ataque consistió en la incursión de un código web que dirige automáticamente a los usuarios a páginas web poco fiables, llegando incluso a pintar de colores los perfiles de los mismos.

Según la empresa española creadora de programas antivirus Panda, el ataque a la web ha supuesto al menos 100 infecciones cada segundo. «El problema está reparado por completo», comunicó Twitter en su blog a última hora de la tarde de ayer, y lo confirmó Del Harvey, responsable del equipo de seguridad de la empresa de red social en su propio perfil minutos más tarde.

El problema se detectó en varios países y afectó incluso a personalidades como Sarah Brown, la esposa del ex primer ministro británico, Gordon Brown, y al portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

Twitter, una red social que nació hace cuatro años, cuenta con más de 145 millones de usuarios y se ha convertido en un sitio popular que es utilizado también por políticos y artistas para comunicar noticias y opiniones de manera instantánea.

Algunos internautas asiduos a esta red aseguraron que el ataque no surtía efecto si se accedía a Twitter a través de servidores externos y no desde la web oficial. José Alberto Gómez Issasi es planificador de eventos culturales y, actualmente, realiza un doctorado en comunicación en la Universidade de Santiago de Compostela. «Utilizo las redes sociales para trabajar, pero casi siempre desde el iPhone, con el que me conecto a través de aplicaciones privadas como TweetDeck. Durante el ataque a Twitter me conecté sin percibir ninguna incidencia», aseguró Gómez.

Otros usuarios más cautos prefirieron abstenerse de entrar en la red social a lo largo de todo el día. «Yo no me conecté por si acaso, y eso que lo utilizo a diario para trabajar y promocionar nuestras actividades», comentó Alejandro Zabaleta, miembro de una productora de eventos musicales en Barcelona.


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