Lo último es... la Edad Media

Hoy por hoy, en Galicia si no tienes feria medieval no eres nadie. Desde que hace 23 años los ribadavienses inventaron su Festa da Istoria han fondeado un montón de mercados de época a lo largo y ancho del territorio. «Los gallegos son los mejores, donde más se vende y donde los artesanos más interés tienen en participar». Lo dice Maite Selles, palabra de Dios en el sector, responsable de Pegasus, una de las más importantes empresas dedicadas a organizar estos saraos y que cobra «desde los 6.000 euros, la más pequeñita, a los 100.000». Las de Ribadavia y A Coruña se mueven en torno a los 70.000 y la de Noia costó 30.000. Eso sí, la empresa lo pone todo, desde los adornos a los venteros. El Ayuntamiento solo tiene que ceder el suelo.

Si a muchos de ustedes les cuento lo que ganan los artesanos, figurantes o posaderos ya los estoy viendo el año que viene vestidos de Sancho Panza, porque detrás de tan pintoresca costumbre se encubre un negocio extraordinario.

Un empresario charcutero de León vio la jugada hace diez años. Desde entonces, cuando llega junio mete el género en la furgoneta y recorre con la familia todas las ferias medievales que el tiempo y las ganas de doblar el lomo le permiten. Cuatro días en Betanzos, seis en Ribadavia, tres en A Coruña... Y ahí se las den todas. El ventero no mueve ni una pestaña si no se embolsa menos de 3.000 euros por feria. Se llama Chema y lo deja claro: «Galicia es donde más se vende», dice. El negocio funciona así: una empresa ofrece sus servicios a un ayuntamiento y organiza la feria. Para ello contacta con todo tipo de vendedores y artistas callejeros, a los que ofrece vender sus productos a cambio de 60 euros diarios el metro cuadrado de puesto, que «se pagan con gusto porque las ganancias son extraordinarias», reconoce Germán Mieles, hostelero.

alberto mahía

Hace 23 años solo había una. En el 2000 ya eran 14. Hoy ya son el doble

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mercados de época en Galicia