Galicia alaba la valentía del papa

El papa Francisco encabeza una auténtica revolución en la Iglesia, pero no por su mensaje, que sigue fielmente el Evangelio, sino por la «manera revolucionaria» de plantearlo: directamente, sin rodeos. La Conferencia de Religiosos de Galicia, celebrada el 23 y 24 de septiembre en el Monasterio de Poio, sirvió para constatar la profunda admiración que el pontífice causa entre obispos y religiosos gallegos. Estas son sus valoraciones:

Julián Barrio

Arzobispo de Santiago

«El papa tiene todo el derecho a decir lo que está diciendo y mi impresión es que, cuando teníamos las respuestas preparadas, él nos ha cambiado las preguntas. Eso es quizá la clave con la que interpreto las intervenciones del santo padre. Lo que hay que reconocerle y agradecerle es que tenga la cualidad de poder decir las cosas de una manera directa».

Leonardo Lemos

Obispo de Ourense

«He tenido la suerte de estar con el papa en Roma el 19 de septiembre, y realmente es genial. Porque una cosa es lo que aparece escrito, y otra, su capacidad de improvisación. No es que diga nada nuevo, pero lo bueno es cómo lo dice: la gran ternura, el cariño con que nos trata a todos... La revolución está en su forma de contar las cosas, porque los puntos doctrinales son los mismos, pero el talante, la manera de decir... Le da un tinte revolucionario en la forma. Por ejemplo, del papel de la mujer ya se hablaba, pero no de una manera tan directa. Es la realidad de cada día en nuestro trabajo como obispos y como pastores; la presencia de la mujer en nuestras iglesias es prioritaria. Sin ellas es imposible la labor pastoral».

Manuel Sánchez

Obispo de Mondoñedo

«Creemos que la actuación del papa responde a una situación nueva de la Iglesia y del mundo, y que es lo conveniente. Ya el Colegio de Cardenales comentó esta situación antes del cónclave y dio unas pautas, y creo que Francisco las está siguiendo, adaptándolas a las circunstancias actuales. Y van a venir más sorpresas. Dentro de la Iglesia no llama tanto la atención, pues cada papa tiene su estilo particular. Francisco sorprende por los gestos y las palabras, y esa va a ser la tesitura».

Luis Quinteiro

Obispo de Tui

«Es una gran alegría saber que el papa esta llegando con tanta fuerza y hondura a las personas. Es un hombre que desprende entusiasmo y una íntima y profunda conexión con las aspiraciones de mucha gente, y, por tanto, los obispos estamos felices de poder ayudarle y responder a esa expectación».

Alfonso Carrasco

Obispo de Lugo

«Me parecen muy bien todas las declaraciones que realiza el papa».

Ángel María Cabezón

Portavoz de la Conferencia de Religiosos de Galicia, celebrada en septiembre en el Monasterio de Poio.

«Siempre acojo las declaraciones y actuaciones del papa con esperanza y optimismo, sabiendo que es una renovación dentro de la Iglesia. Todo en él es una invitación a abrazar el mensaje de Jesucristo y el Evangelio».

José Rodríguez Carballo

Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Vida Apostólica

«Para los franciscanos ha sido una alegría que un papa jesuita escogiese el nombre de Francisco, y eso es una enorme responsabilidad y un desafío, pues el pontífice nos está invitando a lo esencial, la vida sencilla dedicada a los pobres. Respecto a sus palabras, ha dicho cosas muy importantes sobre el papel de la mujer en la Iglesia, pero también que en este momento falta una teología de la mujer. Y, por tanto, que el gran desafío será tener una, basada en la revelación y en el magisterio de la Iglesia».

«Creo que ha llegado el momento de que sean ellas las que hagan esa teología. Son las que pueden entender mejor cuál es su misión y su papel. Siempre fieles a la Sagrada Escritura y al magisterio de la Iglesia, su tarea es fundamental, sobre todo en la transmisión de la fe. Creo que hay pasos que dar, pero es preciso valorar lo que están haciendo ya. Las declaraciones del santo padre nos hacen repensar y revisar también el papel de la mujer, y ahí, ciertamente, tenemos que cambiar y dejar a un lado muchos prejuicios».

«El mundo se plantea estos días si estamos ante un papa revolucionario, y creo que hace simplemente lo que en su día hizo Jesús: tender la mano a todos, como no puede ser de otro modo. Y algo que sí me impacta es que no deja de proclamar y de decir que Dios no se cansa de perdonar, de acoger, de tender la mano. Pues si Dios no se cansa, no se puede hacer de otro modo. Entonces, simplemente está siendo fiel al Evangelio y a la misión que Jesús le encomendó a la Iglesia».

«Como franciscano, cuando le vi abrazar y besar a los enfermos a los pocos días de haber sido elegido pensé inmediatamente que Jesús se hacía presente en la plaza de San Pedro. Y también san francisco, que abrazó a un leproso en su conversión, se hace presente en la figura de este papa que abraza a los enfermos. Desde ahí hay que leer todo lo que dijo sobre los pecadores, los homosexuales, la mujer, los más pobres... Todo hay que verlo a la luz del Evangelio y de lo que vivió y proclamó Jesucristo».