Premio europeo para dos gallegas por una silla que alerta de malas posturas
Sociedad
Otros tres estudiantes logran uno nacional por un detector de lluvia ácida
04 Oct 2014. Actualizado a las 05:00 h.
El eterno latiguillo paterno «Siéntate bien» ya tiene versión tecnológica. Dos jóvenes ourensanas han recibido un premio internacional por el diseño de una silla que advierte, con el encendido de tres luces, que nuestra espalda no está adecuadamente apoyada. El prototipo de este respaldo inteligente lleva la firma de Alba Fernández y de Uxía García, galardonadas con el segundo premio del certamen European Youth CiiCS Award, fallado en Ámsterdam y en el que participaron representantes de 14 países bajo el patrocinio de la UE.
Alba, estudiante de 2º de bachillerato, y Uxía, alumna de 1º de Enxeñería Química, son hijas científicas de las Aulas Tecnópole del Parque Tecnolóxico de Galicia. Allí empezaron a familiarizarse con la investigación y la creatividad científica y allí concibieron un proyecto que es una realidad inminente. En el mismo vivero se formaron Queila Bouza, Miguel Gómez y Jorge Cordero, que se hicieron con el segundo premio del Certamen de Jóvenes Investigadores 2014, organizado por el Instituto de la Juventud y dotado con 3.000 euros. Los tres jóvenes fueron distinguidos, de entre 346 proyectos, por un detector de lluvia ácida en suelos y plantas, que incluso puede enviar alertas a móviles, tabletas u ordenadores cuando aparezca el riesgo y poder adoptar así medidas paliativas con antelación.
Alba y Uxía no han recibido todavía ofertas concretas para desarrollar comercialmente una idea que no implica grandes desembolsos económicos, pero «si que hai xente á que lle gustou moito», explica Uxía. En todo caso, matiza, «agora queremos traballar en modificar o sistema, adaptándoo tamén a persoas invidentes, substituíndo a alerta visual por unha alerta con sons».
Silla escolar
En otra fase, las diseñadoras pretenden ver la posibilidad de adaptar el invento a las sillas escolares típicas. De hecho, explica Uxía García, «a idea de facer isto xurdiunos pensando nos alumnos. A idea veulle a Alba; as dúas temos problemas de espalda». En la fase de documentación contaron con asesoramiento de profesionales sanitarios para dirigir la parte de su trabajo dirigida a la corrección de la postura al sentarse. Para aplicar el sistema de alarma a una silla escolar tradicional, apunta, «habería que pensar en acolchalo, pero é algo no que aínda non estamos.
El prototipo de las jóvenes ourensanas había recibido con anterioridad el premio Galiciencia, en noviembre del 2013, y la fase local, a nivel nacional, del propio premio europeo.